Sábado 16 de noviembre de 2019
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Revista Tu Espacio
PSICOLOGÍA
La intoxicación por alcohol
16 nov 2019
Fuente: Por: Lic. Mg. Sc. (c) Rodrigo Aliendre Ramírez (*) Exclusivo para Tu espacio
Teniendo en cuenta que en el anterior artículo se desarrolló el trastorno por consumo de alcohol, es pertinente explorar la temática de la intoxicación por alcohol, pues nos brindará características sintomatológicas al respecto del consumo de alcohol y deterioro del entorno donde se desarrolla la persona.
La intoxicación por alcohol es la presencia de cambios de comportamiento o psicológicos problemáticos clínicamente significativos (como comportamiento sexual inapropiado o agresivo, labilidad emocional, deterioro del juicio, deterioro de la actividad social o laboral) que se desarrollan durante poco tiempo después de la ingesta de alcohol. Estos cambios se acompañan de la evidencia de problemas del funcionamiento y del juicio y, si la intoxicación es intensa, puede ocasionar un coma con riesgo vital. Los niveles de falta de coordinación pueden interferir con las habilidades de conducción y con el rendimiento en las actividades habituales hasta el punto de causar accidentes.
La intoxicación por alcohol se asocia a veces con una amnesia de los acontecimientos ocurridos durante el transcurso de la intoxicación (lagunas mentales). Este fenómeno puede estar relacionado con la presencia de un alto nivel de alcohol en la sangre y, tal vez, con la rapidez con la que se alcanza este nivel. Incluso durante una intoxicación por alcohol leve, es probable que se observen diferentes síntomas en diferentes momentos. En la mayoría de las personas se muestran evidencias de intoxicación de alcohol leve tras aproximadamente dos bebidas. Al comenzar a beber, cuando los niveles de alcohol en la sangre están aumentando, los síntomas que se presentan son la locuacidad, la sensación de bienestar y el humor expansivo optimista. Posteriormente, y especialmente cuando los niveles de alcohol en la sangre están disminuyendo, es probable que la persona se torne progresivamente más deprimida, retraída y que tenga dificultades cognitivas. Con unos niveles muy altos de alcohol en sangre (200-300 mg) es probable que una persona, que no ha desarrollado tolerancia al alcohol, se quede dormida y entre en una primera fase de anestesia. Si estos niveles son más elevados (por encima de 300-400 mg) se puede producir la inhibición de la respiración y el pulso, e incluso la muerte en los individuos no tolerantes.
Fuente: Por: Lic. Mg. Sc. (c) Rodrigo Aliendre Ramírez (*) Exclusivo para Tu espacio