Ese alto funcionario de Estado que ocupó por un periodo importante el ministerio de minerÃa, justificó su renuncia ante los hechos de violencia que desataron ciertas corrientes polÃticas atentando contra la seguridad de su familia y su hogar. Se justifica la decisión y por lo mismo, designar a un nuevo ministro del ramo es una imperiosa necesidad.
Algo que no se ha podido cambiar y sigue siendo el "mal nuestro" de la economÃa nacional corresponde al sistema extractivista de nuestras materias primas, hidrocarburos y el gas principalmente por un lado, por el otro el de la riqueza minera por la que no hay un empeño decidido para confirmar nuevos yacimientos, mientras la minerÃa estatal sigue alentando la explotación en fase final de ricos yacimientos tradicionales. En la minerÃa mediana privada y la denominada "chica", simple y llanamente no hay garantÃas suficientes para captar inversiones. Faltan reglas claras como seguridad jurÃdica y planes de incentivos que hagan posible atraer inversionistas, como lo hacen los paÃses vecinos.
Un destacado experto, señaló concretamente que "mientras no se cambie el anacrónico modelo administrativo de nuestra minerÃa, la misma corre el riesgo de sucumbir, pues si no hay renovación, lo poco que todavÃa funciona, se acabará en cualquier momento". Es una realidad que lamentablemente y aún con reclamos permanentes de los sectores interesados, no se logró encaminar un proyecto renovador de nuestra minerÃa.
En ese ir y venir de discursos, ofertas, algunos financiamientos de emergencia, de lo que se habla es de la industrialización de nuestros minerales, como dicen algunos optimistas, se trata del gran salto de la minerÃa a la metalurgia, pero resulta que desde hace años, sólo produce material metálico con valor agregado, la Fundición de Vinto - Oruro, que exporta lingotes de estaño de alta calidad y aprovecha un mercado externo asegurado.
Los otros minerales generalmente concentrados se exportan "en bruto" y en tal operación se pierde un buen porcentaje que aprovechan los compradores al realizar la separación de minerales, por el proceso hidrometalúrgico, que todavÃa nosotros no podemos hacerlo. La fundición de Karachipampa, sigue un lento y costoso proceso de readecuación y todavÃa no puede asegurar una regular producción de lingotes de plomo y plata.
En cuanto al zinc, tenemos un alto registro de producción, pero lo vendemos "como tierra con algún valor mineral", cuando ya debÃa ser tratado en una fundición o una planta metalúrgica, considerando que en el gobierno de turno se hizo la promesa de implementar dos fundiciones de zinc, una en Oruro, la otra en PotosÃ. Sobre el tema, un dirigente cÃvico dijo sarcásticamenteÂ? "con la fundición de zinc, nos ningunearon". Y las autoridades nada han hecho para aprovechar un presupuesto ya aprobado de medio millón de dólares, para encarar un verdadero proyecto de industrialización.
Por otra parte es sumamente importante que se instruya el destino de recursos financieros exclusivamente dispuestos para encarar proyectos de prospección y exploración minera, allà donde ya se han definido indicios de la presencia de minerales y que están esperando la acción tecnológica para convertirse en nuevos emprendimientos de una nueva minerÃa renovada y rendidora.
Cuidado con errores
Hay que tomar conciencia de los hechos y las experiencias que han complicado nuestra minerÃa, especialmente al contaminarse con la actividad polÃtica, según los observadores algunos hechos muy definidos han mostrado el desastre que significa, manejar la minerÃa con la presión polÃtica. Un caso negativo fue el de incluir por orden polÃtico, cuatro mil trabajadores a una mina que con sólo mil mineros producÃa efectivamente, Es el caso de Huanuni, que hasta el presente deja huellas en el importante yacimiento de Posokoni. Ahora último, con aviesos intereses partidarios se comprometió a la clase sindical del paÃs, pero especialmente al sector minero cooperativista, a cambio de costosos regalos de edificios, movilidades y cargos en el esquema de gobierno. Menos mal que "a tiempo" se produce una reacción del sector y se espera que los cuadros sindicales nacionales y los mineros en particular, recuperen su independencia de lucha y su fuerza laboral.
La esperanza es que en el nueva coyuntura que se presenta, la minerÃa recobre su valor institucional y su importancia de producción y generación de recursos para el Erario Nacional, además para favorecer a distritos y municipios, donde se ejecutan proyectos mineros de rendimiento productivo con responsabilidad ambiental.
Se necesitan nuevas autoridades comprometidas con el futuro nacional, manejando en esa perspectiva nacional, la reactivación de la minerÃa boliviana.
Agencias, Medios. PM.
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