Luego de más de 13 años en el poder, Evo Morales Ayma renunció este domingo a la Presidencia de Bolivia conjuntamente con el Vicepresidente Álvaro García Linera, en medio de una profunda crisis política y social desatada por denuncias de fraude en las elecciones del 20 de octubre. Anunciaron su dimisión en un mensaje televisado desde el trópico de Cochabamba, aunque resta que se oficialice mediante un documento escrito.
No bastó anular las elecciones y convocar a otra, con nuevos actores en el Tribunal Electoral, que es lo que recomendaron los organismos internacionales, el Presidente que más años gobernó Bolivia -13 años, nueve meses y 18 días-, acorralado por la situación compleja y en aras de la pacificación del pueblo boliviano, decidió dar un paso al costado, sin antes anunciar que con su renuncia se había consumado "el golpe de Estado" gestado por grupos cívicos y algunos partidos de la oposición.
"Estoy renunciando justamente para que mis hermanos, dirigentes y autoridades de los movimientos sociales no sigan hostigados, amenazados y perseguidos. Lamento mucho este golpe cívico y algún sector de la Policía para atentar con la democracia y la paz social", manifestó.
"Estoy renunciando justamente para que mis hermanos, dirigentes y autoridades de los movimientos sociales no sigan hostigados, amenazados y perseguidos. Lamento mucho este golpe cívico y algún sector de la Policía para atentar con la democracia y la paz social", manifestó.
Morales pidió a los líderes opositores Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho, a los que acusó de ser los artífices de gestar el "golpe de Estado" para echarle del poder, que "no maltraten" a los bolivianos y les "dejen de patear".
"No queremos enfrentamientos", agregó, a la vez que dijo renunciar para propiciar la "pacificación" de Bolivia y que "vuelva la paz social".
"Mi pecado es ser indígena, dirigente sindical, cocalero", exclamó con voz entrecortada.
Aseguró que se quedará en el país y no tiene por qué huir, ya que no ha robado nada, es más volverá a sus bases sindicales en el trópico cochabambino.
"No tengo por qué escapar", declaró Morales, porque "no he robado nada".
García Linera su acompañante durante todo su prolongado gobierno, prosiguió con su peroración, "yo también (renuncio), yo soy su vicepresidente, le he sido leal y me siento muy orgulloso de haber sido vicepresidente de un indígena, de un campesino. Le seguiré siendo leal, acompañándole en las buenas y en las malas", dijo.
En sus últimas palabras como mandatarios señalaron que, en este periodo de Gobierno, desde 2006, construyeron un país soberano, con la recuperación de los recursos naturales y la nacionalización de los hidrocarburos, que sacaron a miles de familias de la extrema pobreza y que sus políticas estuvieron orientadas a mejorar la vida de los bolivianos.
Morales y García Linera asumieron su primer mandato el 22 de enero de 2006, tras salir victoriosos en las elecciones de 2005, proceso electoral que fue convocado tras una revuelta popular en contra del entonces gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa.
Después de casi 14 años en el poder, Evo-Álvaro, este 10 de noviembre, levantaron las manos, tras una histórica protesta social de 21 días que prácticamente paralizó todo el país y desató una ola de violencia con hechos fatídicos, con tres muertos y más de cuatrocientos heridos.
Fuente: 10 (LA PATRIA/Agencias)
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