Domingo 10 de noviembre de 2019
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Editorial y opiniones
BisturÃ
MAS... de una estrategia por fracasar
10 nov 2019
Franklin E. Alcaraz Del C. (*)
Probablemente antes del 2006, el MAS ya tenÃa su estrategia de toma del poder y cómo desenvolverse después. Contó con asesoramiento criollo (los "pensantes", después, se fueron decepcionados) y las malas lenguas (y la mÃa que no es tan buena) dicen que con cubano y venezolano. Como sea, la idea era concentrar el poder alrededor del caudillo.
Dominar y sojuzgar los poderes del Estado tomó cierto tiempo, pero se logró. Las autonomÃas fueron un escollo al principio, pero también las eliminaron con el simple recurso de cambiar de discurso y "conquistar" especialmente a la empresa cruceña. Quedaba un resabio que costaba un poco más: la eliminación de los partidos polÃticos oÂ? hacerlos funcionales a los objetivos del MAS. Algo se logró. Y si no pudieron eliminarlos totalmente, por lo menos los dejaron sumamente debilitados. Hay que reconocer que a ello contribuyeron los "lÃderes" de la oposición, muy escasos de ideas o discursos sin sentido; o que, como dice el metete de mi compadre "el camba Jumechi", después del 2006, se encontraban como Adán en el dÃa de la madre, sin saber qué hacer.
En ese panorama, y con una clase media y alta (¿Hay alta en Bolivia?) desorientada, que no aceptaba al MAS como gobierno, Evo se lanzó a gobernar liderando lo que los marxistas llaman el "lumpen proletariado" que por definición no razona y que en Bolivia, por lo menos hasta el 2006, estuvo representada por los aborÃgenes del altiplano y la periferia de las ciudades. A ellos se sumaron sectores obreros, clase media baja descontenta, y profesionales camaleones. Por eso podÃa, hasta no hace mucho, decir o hacer casi cualquier cosa sin perder, aparentemente, apoyo popular. AsÃ, se lanzó a cometer errores de los que no midió las consecuencias: Chaparina, Tipnis, corrupción (Fondo indÃgena, YPFB, por ejemplo), caso Zapata, la mala administración de la justicia, la poca o escasa atención al área de salud, la deuda con China, el despilfarro de recursos, el lujo innecesario, la construcción de "elefantes blancos", etc.