¿Qué queremos y cuando?

Luego de las elecciones presidenciales y ante varias denuncias públicas de irregularidades durante el conteo de votos, desde el 21 de octubre a la fecha se han realizado diversas movilizaciones; cabildos, machas, etc. Todos estos actos han sido organizados en su mayoría por los Comités Cívicos tradicionales pertenecientes a los distintos departamentos del país. Sin embargo, la masividad de las protestas de la población ha dado lugar al nacimiento de nuevos comités cívicos, como en el caso del Comité Cívico Popular de Cochabamba y la Coordinadora en Defensa de la Democracia (CONADE). Tampoco podemos ignorar las pequeñas agrupaciones ciudadanas creadas por la población de base, tal es el caso de Resistencia Civil Oruro.

Al comienzo de las movilizaciones, la demanda de las mismas parecía ser clara; la viabilidad para la segunda vuelta ante un aparente fraude electoral Pero con el pasar de los días múltiples demandas comenzaron a superponerse. La OEA, la UE y algunos otros organismos internacionales recomendaron a Bolivia tener una segunda vuelta ante las irregularidades presentadas en las elecciones; esta línea es la que siguen los Comités cívicos tradicionales que piden el respeto al voto ciudadano (convencidos del fraude) exigiendo una segunda vuelta.

Por otra parte, el CONADE a través de su líder Waldo Albarracín demanda la realización de unos nuevos comicios con un nuevo Tribunal Electoral ya que manifiestan a través de un comunicado oficial que la existencia de un fraude inviabiliza jurídicamente una segunda vuelta. En los cabildos realizados en los distintos departamentos, también se hallan otro tipo de demandas; en los cabildos de Santa Cruz, Potosí y Tarija se escuchan voces de un Gobierno Federal. En otro cabildo en Tarija y en Oruro se demanda el respeto a la CPE y al 21F.

Sorprende más aun que a través de las redes sociales, entre los ciudadanos de base circula el deseo de un retorno al Estado Republicano, desestimando así la condición de Estado Plurinacional vigente. Demanda que en si misma representa un retroceso en el reconocimiento de la diversidad cultural y de las diversas Naciones Indígenas existentes en el país.

¿Qué queremos? Superficialmente parece que el objetivo general de las movilizaciones más allá del cómo y las razones que existan de trasfondo es la no continuidad en la presidencia de Evo Morales. No obstante, ante dicha superposición de postulados de cierto sector de la población, -porque no debemos olvidar que los fieles seguidores del MAS apoyan la continuidad de Morales en la presidencia y por tanto expresan otras demandas- lo más seguro es que se cada lucha sectorial no logre tener un impacto suficiente para lograr sus convicciones. Sin un líder claro que dé una línea concisa a seguir y ante el carácter diverso de nuestra sociedad, la organización colectiva tampoco parece una posibilidad latente.

¿Cuándo lo queremos? ¡Ahora Car...! Aún sin tener una claridad y unificación de las demandas o de la propuesta para el país, las movilizaciones no parecen encontrar su fin demasiado pronto. Con nuevos anuncios de más marchas, más cabildos y más movilizaciones, está claro que lo que sea que queramos, lo queremos ahora.