Estos dos vocablos del epígrafe denotan profundidad en la intelección cuando alguien quiere arrogarse para sí esta cualidad, debido a que todas las palabras exigen una condición para asimilarlas como cualidad propia y en la expresión semántica correcta. El civismo es la cualidad de buen ciudadano que lo hace cívico, es lo relativo a la ciudadanía como colectividad política.
Los derechos de los ciudadanos asumen tres dimensiones en la ciudadanía configuradas por los respectivos conjuntos de derechos de carácter civil, político y social. Lo importante de estos derechos es que están incorporados en las instituciones del Estado y protegen la libertad individual, es decir la libertad de la persona en la expresión, la libertad de conciencia y de culto, a concluir los contratos válidos y a la justicia.
Los derechos políticos garantizan la posibilidad de participar o ejercer el poder en un cuerpo jurídico y político investido de autoridad. Los sociales, por último, están dirigidos a proporcionar niveles mínimos de bienestar y de seguridad económica para conducir una vida digna.
Los derechos políticos garantizan la posibilidad de participar o ejercer el poder en un cuerpo jurídico y político investido de autoridad. Los sociales, por último, están dirigidos a proporcionar niveles mínimos de bienestar y de seguridad económica para conducir una vida digna.
Esta sociedad debe ser imparable en cuanto a la consolidación de los derechos existentes pero lamentablemente limitados por criterios elitistas. Los derechos sociales no carecen de antecedentes como algunos piensan, su origen se desplaza a la separación de los derechos políticos.
El civismo jamás se interpone al proceso inclusivo de donde surgen estrategias y correlaciones de fuerzas sociales que en determinado momento concedieron a grupos previamente excluidos la capacidad de quebrar las legitimaciones y restricciones impuestas a la ciudadanía.
Bolivia impulsa una real inclusión apoyada constitucionalmente ineluctablemente positiva debido a que desde la fundación de la Republica las minorías sobrepujan a las mayorías, constituyendo un desatino sociológico cuando las mayorías no gobiernan; la comprensión de esta realidad incontrovertible enseña a todos a aprender a convivir con esta verdad.
Cuando parte de los ciudadanos han sido criados con la semilla de la discriminación y el racismo hacia la mayoría, éstos deben liberar su espíritu de esa perniciosa inclinación de su ser y superado ese prejuicio vivir una vida con calidad de igualdad y concebir la diversidad como una riqueza sociológica de la cual todos se benefician sin exclusiones.
*Es abogado corporativo, posgrados en Interculturalidad y Educación Superior, Ciencia Políticas y Filosofía, Alta Gerencia para abogados (UCB-Harvard), Derecho Aeronáutico, Docencia en Educación Superior, Arbitraje y Conciliación, doctor honoris causa (IWA-Cambridge University,USA)
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