En Bolivia se espera que en la presente semana se "enderece" el torcido final electoral del pasado 20 de octubre, abriendo una posibilidad de entendimiento que permita a los políticos, asumir responsablemente el rol que plantean las bases, en su afán de alcanzar justicia, respeto a la democracia y al voto ciudadano, evitando el enfrentamiento entre bolivianos y permitiendo al país recobrar, dignidad y credibilidad
En los últimos días varios países de la región están sufriendo los efectos de violencia que se desató por una serie de problemas económicos y políticos, reclamos masivos de millones de latinos configuraron escenarios propios de una convulsión que estremeció las principales capitales de populosas ciudades, en algunos casos con lamentable saldo de víctimas fatales, centenares de heridos y detenidos y millones de insatisfechos que salieron a las calles pidiendo justicia, bienestar y respeto a sus derechos.
Chile uno de los países que se preciaba de ser uno de los más tranquilos de la región, supuestamente con una sólida economía y planes sociales en curso de ejecución para sus miles de ciudadanos, resulta que no tenía tal seguridad financiera al punto que el gobierno se intentó una jugada elevando las tarifas del "metro" citadino, situación que desató la ira reprimida de la comunidad chilena que además reclamó un rosario de asuntos que por lo visto estaban "madurando" y reventaron en la ocasión amarrando todas las quejas, aunque el Gobierno de Piñera se retractó de su medida, pero ya era muy tarde para frenar la reacción popular que consignó en su petitorio muchos problemas pendientes que sin ser estrictamente necesarios, eran "dramáticamente postergados". El problema de Chile baja de tensión y un cambio de ministros parece que pondrá a prueba la paciencia colectiva.
Chile uno de los países que se preciaba de ser uno de los más tranquilos de la región, supuestamente con una sólida economía y planes sociales en curso de ejecución para sus miles de ciudadanos, resulta que no tenía tal seguridad financiera al punto que el gobierno se intentó una jugada elevando las tarifas del "metro" citadino, situación que desató la ira reprimida de la comunidad chilena que además reclamó un rosario de asuntos que por lo visto estaban "madurando" y reventaron en la ocasión amarrando todas las quejas, aunque el Gobierno de Piñera se retractó de su medida, pero ya era muy tarde para frenar la reacción popular que consignó en su petitorio muchos problemas pendientes que sin ser estrictamente necesarios, eran "dramáticamente postergados". El problema de Chile baja de tensión y un cambio de ministros parece que pondrá a prueba la paciencia colectiva.
En el otro extremo, norte latinoamericano, México se debate en un proceso de política interna que ha dejado al descubierto falencias económicas que se arrastran en tiempo y espacio, pero además la inseguridad ciudadana sigue siendo el mayor problema para la estabilidad de este coloso latino que enfrenta las arremetidas de su vecino, el poderoso capitalista norteamericano que invierte millones de dólares en cerrar su frontera a la migración no sólo de mexicanos, sino también de centroamericanos y buen número de sudamericanos en busca del paraíso norte.
Hay un conjunto de reacciones sociales, por definir de ese modo las variadas reacciones que se plantean en Nicaragua, Haití, Puerto Rico y El Salvador, donde se nota claramente el descontento social, económico y político que demuestra la gente, evidenciando su malestar, en una región que está lejos de gozar de un ambiente de armonía y estabilidad y por lo mismo tienen el mismo "caldo de cultivo" que genera convulsión y violencia.
En viaje hacia el sur, no hay mucho que decir, pues para todos es conocido el desastre que soportan los hermanos venezolanos, con grave crisis económica, carencia de la mayoría de insumos de primera necesidad, con violencia diaria, en un modelo que persiste alentado por el modelo autoritario de un presidente al que parece no importarle el final calamitoso de su gobierno arbitrario. Por una situación igualmente delicada, pasa el Ecuador, donde la convulsión se maneja desde una oposición liderada por un ex mandatario, resistido, inconforme pero deseoso de recuperar el prebendalismo estatal.
Más abajo, sin poder excluirnos, pasamos a ser parte de un esquema que se ha presentado "casualmente" en la región con planes electoralistas que se han cumplido en el último tiempo en nuestro país, también en la Argentina con una segunda vuelta que ya definió al futuro mandatario de ese país, mientras que en Uruguay, y por reconocimiento legal en el juego democrático, dos candidatos más votados estarán en segunda vuelta.
En Bolivia se espera que en la presente semana se "enderece" el torcido final electoral del pasado 20 de octubre, abriendo una posibilidad de entendimiento que permita a los políticos, asumir responsablemente el rol que plantean las bases, en su afán de alcanzar justicia, respeto a la democracia y al voto ciudadano, evitando el enfrentamiento entre bolivianos y permitiendo al país recobrar, dignidad y credibilidad.
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