Los autores deben ser fácilmente perseguidos en los tribunales

La complejidad de las emociones humanas no alcanza límite cuando las personas, por sus afectos y desafectos, expresan por las redes sociales con pasión no meditada sus pensamientos, sin observar como es obligatorio, las leyes vigentes y los valores absolutos de la moral y la ética.

Sin consideración a la dignidad humana que es un valor supremo, se acude al prosaico insulto, a la calumnia, a presumir situaciones infamantes para la persona o institución que las recibe y presentarlas anónimamente como verdades, a la desinformación como objetivo y a la perversa satisfacción de dañar, es decir, un contexto propio de mitomanía de la cual es irresponsable ser autor por las consecuencias judiciales que ineluctablemente derivarán.

El fenómeno es universal y el único medio razonable y aceptado por la generalidad ya que nadie puede alegar ignorancia de su existencia es la ley, enfatizarla y perfeccionarla.

Todos los países se rigen por ordenamientos jurídicos y deben disponer de parlamentarios que adecúen periódicamente las leyes a las necesidades actuales de la población, que en su contenido preserven la ética, la moral y la intimidad de las personas, cuyo desconocimiento será penado proporcionalmente al daño moral causado, que no es poco.

Alemania, un país europeo de consistente desarrollo e innovación de sus leyes, cuya población es también víctima de los excesos de expresión en las redes sociales, ha decidido endurecer sus leyes.

Actualmente se elabora una ley para desterrar esta perversa práctica que se basa en la máxima "Taeter sollen leichter belangt werden", que se traduce como la acción de perseguir fácilmente a los autores en los tribunales, más aun, la palabra leichter en alemán está escrita en superlativo para que se entienda que la ley preceptuará la persecución del o los infractores sin impedimentos de ningún orden, como ser excepciones, excusas, apelaciones u otro recurso sustitutivo o liberatorio.

Estos esfuerzos que realiza la nación más desarrollada culturalmente de Europa y del resto, como lo es sin duda Alemania, deben ser imitados sin tardanza por nuestros parlamentarios que disponen de la facultad de elaborar leyes y con esa acción inmediata paliar este execrable delito de la desinformación, de la generación de caos y de irrespeto a la convivencia pacífica.

*Es abogado corporativo, posgrados en Ciencia Política y Filosofía, Alta Gerencia para abogados (UCB-Harvard), Arbitraje y Conciliación, Interculturalidad y Educación Superior, Derecho Aeronáutico, Docencia en Educación Superior, doctor honoris causa (IWA-Cambridge Universito con tesis aprobada)