Suspender conteo de actas, inicio de graves reacciones

Elecciones casi normales y sin mayores incidencias en que el pueblo demostró, una vez más, disciplina y apego a la democracia. Hasta las 19:30 hubo normalidad en el recuento de actas por parte de los vocales del Tribunal Supremo Electoral que abruptamente decidieron suspender el conteo produciendo sorpresa, incredulidad y extrañeza en los asistentes y mucho más en quienes eran testigos del acto viendo televisión o escuchando radio; ciudadanos seguros de que todo marcharía normalmente. Los vocales, posiblemente sorprendidos, abandonaron la sala sin explicación alguna y recién retomaron el curso del conteo 24 horas después; pero�?

Casi 24 horas fueron suficientes para que, al retorno, se anuncie lo que menos se esperaba: cambio en resultados, porque apareció como casi vencedor el candidato del MAS y Presidente de la República. En el pensar y sentir de la población, azorada por lo ocurrido, surgió la sensación de que el tiempo transcurrido desde la noche del 20 de octubre hasta las 18:30 del día 22, en casi 23 horas se habrían hecho cambios, adulteración de papeletas y de actas para mostrar nuevos resultados. Este extremo fue detonante para que surjan, casi simultáneamente en todo el país, reacciones contra el gobierno y el TSE con la sospecha de que se habría gestado un fraude de grandes proporciones.

Todo lo pensado en el tiempo de sorpresas se cumplió porque el mismo candidato del MAS anunció su triunfo sobre el candidato de CC que al igual que toda la población estaba sorprendido por lo menos esperado: cumplimiento de lo anunciado por el Sr. Morales desde hacía días en sentido de que "ganaría de todos modos". Surgió la idea de una segunda vuelta y después de anulación del proceso; luego, realizar otras elecciones y, finalmente, que renuncie el Presidente. El "mare-magnum" fue cobrando cuerpo y la población se mostró cada vez más enardecida, dispuesta a no aceptar cambios a su decisión con la vulneración de sus derechos. A todo lo expresado se juntaron los resultados de una investigación efectuada por el Ing. Edgar Villegas que, conjuntamente otros ingenieros informáticos, había realizado hasta concluir en que se adulteraron actas y papeletas para mostrar al candidato oficial como ganador y evitar, de este modo, una segunda vuelta. El caso fue motivo de una presentación en CNN y además apoyos de organizaciones internacionales.

Ahora, ante las pruebas contundentes y solamente para reconfirmar lo investigado, correspondería una auditoria de lo hecho y anular los votos que haya logrado el supuesto "ganador" y, con los resultados, convocar a una segunda vuelta o anular todo el proceso electoral. Hay que convenir en que, dada esta circunstancia, la composición del Legislativo también sufriría alteraciones porque nada raro que si para el candidato presidencial se adulteraron cifras también se habría hecho a favor de senadores y diputados plurinominales.

El caso, pues, aparece consolidado en sentido de que hubo fraude y lo que corresponda hay que hacerlo; de otro modo, la democracia conjuntamente el pueblo traicionados.

El país en general está convulsionado por lo ocurrido; no hay, en la mayoría de la población, aceptación alguna a fraudes y burla que se hizo del proceso electoral que ha dado lugar a la indignación de la población que, conforme se presentan los bloqueos generalizados en todo el territorio, lo que se teme es que hayan enfrentamientos que causen muchas víctimas. Lo que corresponde ahora es que se serenen los ánimos, llamar a la cordura y convenir en que todos somos hijos de la misma patria y que no puede haber divisiones ni pugnas por algo que mediante el diálogo es posible solucionar en planos de armonía y tranquilidad.