Primer diccionario actual de la Administración Pública

El Diccionario de la Administración Pública elaborado con meticulosidad por el Dr. Msc. Fernando Calderón Eduardo y recientemente publicado, asume el propósito de presentar un instrumento eficaz de facilitación de los términos modernos y actuales de la Ciencia Administrativa; confrontando la realidad inobjetable que la administración pública es fundamental para lograr los objetivos de las políticas públicas de los Estados y Bolivia no es la excepción.

El Diccionario de la Administración Pública que presenta el autor debe servir de ayuda al especialista, servidor público y esencialmente al ciudadano para que se apropien del conocimiento de la terminología exacta de esta decisiva ciencia que constituye un elemento imprescindible en los objetivos de cualquier administración de gobierno, que comprenda que el postulado inderogable de ese mandato es servir al pueblo.

A través del Diccionario de la Administración Pública, el estudioso del Derecho Administrativo llega a formarse un idea objetiva sobre el léxico necesario para acometer sus tareas con inteligibilidad frente a la realidad que en la Administración se genera un torrente de correspondencia que debe ser estructurada con precisión y detalle al elegir los términos que comunican concisión.

La reorganización de la vida para toda población está regida por el Derecho, constituyendo una de sus vertientes determinantes el Derecho Administrativo, cuyos principios correctamente comprendidos bilateralmente por los dos actores únicos y principales: la Administración Pública y la ciudadanía, crea la relación armónica y de equidad que deber ser la premisa entre quien detenta el mandato de la administración de un país y el administrado, esto último incrementa la confiabilidad en el ciudadano y apostolado de servicio al pueblo en el administrador.

El autor ha introducido su ciencia y experiencia para insertar en este nada deleznable trabajo, todos los vocablos administrativos necesarios que se usan con frecuencia exponiendo inteligiblemente su concepto semántico y su alcance, además introdujo nuevas acepciones administrativas debido a la naturaleza dinámica y de evolución de la Ciencia Administrativa.

El autor ha tratado con éxito, no ofrecer erudición en su utilísima obra sino formación de la inteligencia administrativa, por ello le pareció obligado no proceder de manera atomizada dedicando a cada vocablo administrativo una explicación inextricable, sino tuvo en cuenta el hecho que en la Ciencia Administrativa lo que importa sobre todo es el conjunto del pensamiento, pues muchas cosas insertas en sus enlaces reales se comprenden sin larga explicación.

El ordenamiento lógico del Diccionario es el similar a un conceptual o enciclopédico y posibilitará el hallazgo rápido de los términos buscados sin hacer superfluo el estudio de los artículos en que se encuentran.

Supuesta, desde luego, en el lector cierta sensibilidad intelectual, el Diccionario de la Administración Pública intenta conducir a la actividad administrativa, no sólo tratando de presentar un legajo inhóspito de términos, sino esforzándose por presentarlos mediante el ejercicio vivo y presente actual de la actividad administrativa.

Varias características presenta el Diccionario de la Administración Pública; por una parte, hace manejables y fáciles de consultar los temas más importantes, por lo tanto aparecen ordenados en forma de léxico y, por otra, prescinde del desarrollo detallado y de las minuciosas argumentaciones, que aparecen usualmente en las monografías sistemáticas, por salirse del marco de un diccionario.

*Es abogado Corporativo, PhD, posgrados en Conciliación y Arbitraje, Alta Gerencia para abogados (UCB-Harvard), Filosofía y Ciencia Política (maest), Interculturalidad y Educación Superior, Derecho Aeronáutico, Docencia en Educación Superior, doctor honoris causa con tesis aprobada en adiciones a las drogas ( IWA. Cambridge University USA)