Los "vapeadores" y la epidemia de las lesiones pulmonares

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Por: Yamil Pérez Zárate

Estudiante de la Universidad Privada Domingo Savio.

Pasante en LA PATRIA

James Monsees y Adam Bowen, dos amigos que estudiaban en la universidad de Stanford en 2015, mientras realizaban su tesis les llegó la idea de sus vidas: ¿Y si creamos un cigarrillo más "sano" y que ayude a los demás a dejar el tabaco? De esta idea nació "Juul", valorada en 38 millones de dólares, la empresa líder en venta de cigarrillos electrónicos, productos que ya causaron 26 muertes y 1.300 personas con problemas pulmonares en Estados Unidos.

Lo que se creía que era la solución para reemplazar el tabaquismo, por algo menos dañino, terminó causando lesiones pulmonares en sus consumidores y en los casos más graves, el fallecimiento. Según los estudios realizados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés), los denominados "vapeadores" son los culpables.

Por ello, la CDC, agencia dependiente del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, ha solicitado a la UE (Unión Europea) que informe si se han detectado casos de efectos adversos por el uso de los cigarrillos electrónicos en algún país europeo, pero la UE indica que no existe notificación alguna.

Estos artefactos que fueron presentados como inocuos, y que al final están resultando ser más perjudiciales que el tabaco del cigarrillo convencional, nos lleva a plantearnos la siguiente interrogante: ¿Qué son los "vapeadores"?

Los "vapeadores" son dispositivos con forma de cigarrillo convencional que liberan nicotina a través del calentamiento de un líquido que es mezcla de propilenglicol y glicerina vegetal. La mezcla se calienta hasta los 350 grados mediante una batería que se carga con un puerto USB produciendo un vapor que se aspira a través de una boquilla.

Según la Sociedad Americana Contra el Cáncer, el vapor de estos dispositivos puede contener compuestos orgánicos volátiles (VOC), en ciertos niveles, los VOC pueden causar irritación en los ojos, la nariz y la garganta, dolores de cabeza y náuseas, también puede provocar daños al hígado, los riñones y el sistema nervioso.

Los productos químicos como el saborizante, llamado diacetilo que se lo relaciona con una enfermedad pulmonar grave llamada bronquiolitis obliterante, el formaldehído, sustancia causante de cáncer, y por último la nicotina que es altamente adictiva, serían los responsables de los daños en el organismo.

Los pacientes que fueron hospitalizados por el uso de los "vapeadores" según la CDC, muestran dificultad para respirar y un fuerte dolor en el pecho. En algunos casos presentan otros síntomas como vómitos, diarrea, fiebre y fatiga, también un tipo de neumonía, que suele producirse cuando moléculas de grasa o aceites entran en los pulmones, provocando la infección. Algunos de los pacientes tratados tuvieron que ser ingresados en unidades de cuidados intensivos, y recibieron ayuda para respirar, como consecuencia de las lesiones pulmonares.

La popularidad de los "vapeadores" entre los jóvenes y adolescentes va incrementándose con el paso del tiempo, y las organizaciones mundiales de salud aun no plantean soluciones para frenar su comercialización. Javier Valle, director general de Juul, niega que estos productos sean la puerta de entrada a la dependencia de la nicotina para los jóvenes: "Desde Juul hemos establecido los más estrictos procesos, yendo más allá de la legislación actual, para que nuestro producto nunca llegue a menores. Somos una alternativa para todos aquellos fumadores adultos que quieren dejar el tabaco de combustión", argumentó.

Las autoridades de la ciudad de Nueva York enfatizan que el "vapeo" ha alcanzado niveles de epidemia, y amenazan más de una década de progresos combatiendo el uso de nicotina entre los jóvenes. El estado de Nueva York prohibió la venta de cigarrillos electrónicos de sabores, pero la medida fue suspendida por una denuncia de una asociación de empresas dedicadas al vapeo.

En nuestro país aún no se registran casos de problemas pulmonares o fallecimiento por el uso de los "vapeadores", pero su proliferación comercial desde 2012, año en que el producto entró al mercado nacional, es evidente.