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Viernes 25 de octubre de 2019

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Perspectiva Minera

Inversiones y minería

25 oct 2019

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Lo que se observa claramente es que no hay una adecuada política minera en la que se prioricen proyectos de prospección y exploración, por lo mismo hay un retraso latente y permanente en la posibilidad de encarar nuevos proyectos mineros.

La última década, es apenas una parte del tiempo en que no se ha hecho ningún emprendimiento minero en el país, ni siquiera en los distritos considerados como "productores mineros" y en los que se siguen explotando los llamados "yacimientos tradicionales", son las condiciones de actividad minera en Oruro y Potosí. En el caso de la Villa Imperial, el rendimiento de yacimientos operados por empresas privadas constituye el ingreso más importante para la economía de ese departamento. Después de San Cristóbal, que es el boom de la minería en general, no se ha intentado ni siquiera en orden de consulta, emprender un nuevo proyecto pues las condiciones no son las más propicias para hacer inversiones cuando no hay reglas claras, seguridad jurídica y garantías para atraer cierto volumen de capital y el añadido de tecnología, como sucede en los países vecinos, especialmente el Perú, donde se han concentrado los mayores productores de la gran minería internacional, lo que ha permitido recientemente, reconocer al Perú como una "potencia minera" de la región.

La última década, es apenas una parte del tiempo en que no se ha hecho ningún emprendimiento minero en el país, ni siquiera en los distritos considerados como "productores mineros" y en los que se siguen explotando los llamados "yacimientos tradicionales", son las condiciones de actividad minera en Oruro y Potosí. En el caso de la Villa Imperial, el rendimiento de yacimientos operados por empresas privadas constituye el ingreso más importante para la economía de ese departamento. Después de San Cristóbal, que es el boom de la minería en general, no se ha intentado ni siquiera en orden de consulta, emprender un nuevo proyecto pues las condiciones no son las más propicias para hacer inversiones cuando no hay reglas claras, seguridad jurídica y garantías para atraer cierto volumen de capital y el añadido de tecnología, como sucede en los países vecinos, especialmente el Perú, donde se han concentrado los mayores productores de la gran minería internacional, lo que ha permitido recientemente, reconocer al Perú como una "potencia minera" de la región.

Son inexplicables algunas situaciones, por ejemplo el caso Mallku Khota, con un resultado favorable de recuperación jurídica financiera y con un estudio "en la mano" sobre el potencial del yacimiento, semejante se dijo al de San Cristóbal. Sin embargo, no hay autoridad que incentive el reinicio de operaciones en la prometedora mina de Mallku Khota. Otras menudas inversiones no alcanzan ni siquiera para "mover la tierra" en un intento de prospectar y explorar nuevos yacimientos. Se han hecho algunos intentos y el resultado de los mismos son poco satisfactorios, se necesita más capital y mejor tecnología, que a decir de nuestras autoridades departamentales, no dispone el Gobierno, más preocupado en que el gas no se haga gas, pero indiferente ante la necesidad de prospectar y habilitar nuevos yacimientos mineros, que aseguren el futuro productivo nacional.

Los observadores especializados han expuesto sus puntos de vista sobre el futuro económico nacional, pero parece que ninguna autoridad tomó en serio, la obligación de asumir una acción preventiva para sustituir el gas, tomando en cuenta la necesidad de activar cuanto antes un proyecto minero, que significará mucho dinero y bastante tiempo para entrar en su fase de producción rentable, tomando ejemplo de lo que significó San Cristóbal, con más de diez años sólo en su preparación y un respaldo financiero externo que facilitó su concreción. De eso se trata desarrollar la fórmula de prospectar en el sitio preciso, explorar el yacimiento, establecer su potencialidad y acometer su explotación.

Este debería ser el tiempo preciso para encarar el cambio obligado en el uso futuro de nuestra riqueza minera, que dicho sea de paso, nada tiene que ver con los mega proyectos- también mineros- del litio y del hierro, que serán la parte sustentadora de la economía en transición que debe acometer obligadamente nuestro país.

Por ésta inobjetable realidad que todavía ven con catalejo los políticos y las autoridades, hay necesidad de echar mano a modernos prismáticos para ver la realidad que se nos viene encima y controlarla con previsiones y sin limitaciones, tratándose de invertir en la reactivación de la gran minería boliviana, sustento del futuro desarrollo nacional.

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