Ese legado dejado por los alemanes residentes en La Paz fue la temática central de la última etapa de "Un dÃa en el cementerio", una iniciativa de educación patrimonial a escolares de la AlcaldÃa paceña, que llegó antes a los camposantos JudÃo y General.
El barrio de Villa Copacabana, en el este paceño, acoge este cementerio construido en 1950 por iniciativa de la comunidad alemana.
Antes de tener este espacio, los alemanes fallecidos en suelo paceño eran enterrados en el Cementerio General, pero luego la comunidad germana buscó tener un lugar propio.
"Esta era la hacienda conocida como ´Bad Penny´, entonces la compran, adquieren los predios", señaló la guÃa.
"Esta era la hacienda conocida como ´Bad Penny´, entonces la compran, adquieren los predios", señaló la guÃa.
Con el entierro de Max Angermann en 1951 comenzó a operar este camposanto, según datos de la SecretarÃa Municipal de Culturas.
BOSQUE Y MEMORIA
El verde de los numerosos árboles de este cementerio resalta en medio de las viviendas aledañas, como los muros elevados que le rodean y su imponente capilla.
Se le llama "cementerio bosque" por la "infinidad de árboles" que alberga, incluidos dos pinos traÃdos desde Alemania que "no han podido crecer mucho por el cambio del clima que hay constantemente" en la urbe andina, según Sanco.
En medio de plantas y flores se sitúa un memorial de piedra que lleva una cruz y una placa con un mensaje que traducido al español reza: "Para las vÃctimas de la guerra, el terror y la violencia".
A los pies de este monumento, erigido en conmemoración de los fallecidos en las dos guerras mundiales, se han colocado pequeñas banderas de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón, China, Estados Unidos y Rusia, entre otras.
ARQUITECTURA E HISTORIA
De frente al ingreso principal se encuentra la capilla de estilo neovernacular, con muros de piedra y cuatro pilares en la fachada, además de un revestimiento de madera coronado con una enorme cruz.
Dentro se encuentra un espacio para dar el último adiós al difunto, además de un Cristo crucificado tallado en madera y flanqueado por las banderas boliviana y alemana.
En la parte posterior hay una habitación donde los escolares aprenden sobre cultura general alemana, con la ayuda de mapas y fotografÃas de lugares emblemáticos como la Puerta de Brandeburgo o el castillo de Neuschwanstein, que según cuentan inspiró a Walt Disney.
HERENCIA INDUSTRIAL ALEMANA
Los estudiantes visitan luego las tumbas, donde no están permitidas cámaras fotográficas ni filmadoras, para conocer sobre algunos alemanes gestores de industrias que hoy son marcas emblemáticas de La Paz.
Como Alejandro Wolf, creador de una cervecera en 1877 que luego se convirtió en la CervecerÃa Boliviana Nacional, la principal del paÃs en la actualidad.
Las visitas guiadas a camposantos paceños comenzaron en septiembre pasado en el Cementerio JudÃo y continuaron a principios de este mes de octubre en el patrimonial Cementerio General, para concluir ahora con el Alemán, dijo a Efe Ely Arana, una analista de la Unidad de Patrimonio Cultural Municipal.
La actividad se enmarca en el "Programa de Resignificación del Cementerio General-Viviendo la Memoria" del municipio para mostrar el valor patrimonial del principal camposanto paceño, a la que por segunda vez se suman los cementerios judÃo y alemán.
"Nuestro objetivo es que pueda verse a estos espacios como un museo a cielo abierto, destacándolos como espacios didácticos y alternativos para los profesores", señaló Arana.
Fuente: Por: Gina Baldivieso Periodista de EFE, Bolivia
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