Paralizada la campaña electoral

Después que en los recientes días se acrecentó el bullicio electoral, en todas las ciudades y localidades provinciales, con mayor o menor disponibilidad de medios por parte de los partidos y plataformas políticas, ahora se cumple la restricción total de campaña, para que según se dice, el electorado pueda tener un par de días sin ninguna presión ni injerencia que sea producto de la intensa campaña en los medios de comunicación y especialmente en los que responden a la línea del sistema oficial.

Se trata de una disposición del órgano electoral, de cumplimiento elemental en todo proceso eleccionario nacional. Observadores, señalan que en otros países no hay esa restricción permitiendo a los partidos y candidatos promover sus propuestas, excepto el día de elecciones.

En nuestro medio, se observa con sentido de respeto la voluntad del elector, suspender las campañas, para que exista un corto tiempo de meditación, de examen sobre las propuestas políticas, aun así existieran decisiones definidas y comprometidas, siempre puede haber algún elemento oculto que salta a la vista cuando disminuye el fragor de la contienda electoral.

Cada ciudadano que toma parte por un candidato, como dicen algunas encuestas, por gil o mil, está dando paso a su derecho electivo, presumiendo en algunos casos que aquellas o las otras ofertas son mejores, aunque sin tomar en cuenta la realidad objetiva de poder ser parte de la ansiedad o inquietud del ciudadano elector, hombre o mujer que concurrirá a las urnas, con una idea predeterminada, aun sabiendo que la misma puede o no tener el futuro anhelado.

Las encuestas se han convertido en referentes controversiales, dependiendo de empresas y condiciones especiales que sirvieron para su elaboración. En criterio público, no son la real expresión de aproximación al pensamiento ciudadano, menos a la decisión de voto, que "por ser secreto", tampoco revela sincera y abiertamente la intensión de un ciudadano que puede alterar su verdadera intensión electiva.

Otro elemento que satura el espectro de la comunicación, tiene que ver con la red de redes, se conoce como el internet o con mayor amplitud, si se trata de las redes sociales, ahora a disposición de quien posee un simple celular de cierta capacidad y que con el sentido de "explosión comunicativa", puede lanzar mensajes que sin ser evidentes, llenan la morbosa curiosidad de un amplio sector ciudadano, con una mayoría de emisores y jóvenes receptores que más allá de las prohibiciones, harán una demostración simple del "mal uso" de miles de celulares con "carga de mensajes irreales e ilegales".

En esas condiciones y luego del tráfago eleccionario, con abierta desigualdad de opciones para llegar a más electores, se ha cumplido el tiempo libre de campaña política y ahora se vivirá el breve tiempo de reflexión, para unos y de reafirmación de propósitos para otros, que asistirán a los recintos electorales con el voto en la conciencia, pero con algunas posibilidades de cambiar decisiones, si los últimos mensajes han generado el efecto deseado de motivar responsabilidad y acierto en un proceso que el voto meditado tiene efecto de calidad y no simplemente de cantidad.

No ha sucedido nada excepcional como preveían algunos observadores, esperando alguna resolución sorpresa de la Corte Electoral, con serias observaciones al trabajo e imparcialidad del �rgano Electoral, los bolivianos, hombres y mujeres, tienen el domingo venidero, la responsabilidad de elegir el mejor gobierno y que tal decisión sea respetada en todas sus instancias. Es lo que el pueblo espera y exige la democracia y la CPE.