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Jueves 17 de octubre de 2019

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Ecológico Kiswara

Dos pasaron de la vida a la muerte

Hallan a seis cachorros en el interior de una bolsa, aplastados por una piedra

17 oct 2019

Fuente: LA PATRIA

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El fuerte llanto de unas mascotas permitió que una vecina haga uno de los hallazgos más tristes de su vida. Encontró una bolsa de yute verde en cuyo interior había seis cachorros de can, uno estaba muerto, casi con el cuello cercenado, un segundo que tenía separada la piel del cuerpo y los otros cuatro que estaban prácticamente aplastados con una piedra, pero aún vivos.

Fue el domingo reciente, cuando una vecina recorría la avenida de Circunvalación y 6 de Agosto. En ese trajinar, escuchó el llanto fuerte de alguien, en principio pensó que se trataba de un bebé humano, pero no era así. Sus oídos como radares le permitieron encontrar el lugar exacto de dónde provenía ese llanto.

Cuando llegó al lugar se encontró con un basural en un lote baldío, sin embargo, la escena que vio a continuación fue realmente dramática. Encontró una bolsa de yute verde, al escuchar los quejidos, inmediatamente se dio cuenta que se trataba de cachorros.

CANES

Su asombro aumentó cuando abrió la bolsa, allí observó con pena, a uno de ellos que estaba sin vida, pero no sólo estaba muerto, sino que prácticamente se encontraba decapitado. Asimismo, observó a un segundo que tenía separada la piel del cuerpo, situación que le hizo presumir que alguien, un ser sin corazón para respetar la vida, se encargó no sólo de meterlos a ese saco, sino de arrojarles piedras para matarlos salvajemente.

Su asombro aumentó cuando abrió la bolsa, allí observó con pena, a uno de ellos que estaba sin vida, pero no sólo estaba muerto, sino que prácticamente se encontraba decapitado. Asimismo, observó a un segundo que tenía separada la piel del cuerpo, situación que le hizo presumir que alguien, un ser sin corazón para respetar la vida, se encargó no sólo de meterlos a ese saco, sino de arrojarles piedras para matarlos salvajemente.

Logró su objetivo con uno y casi con un segundo. No contento con ello, los dejó abandonados a su suerte, pero para darles una muerte lenta, se encargó de colocar una pesada piedra sobre la bolsa en cuyo interior estaban los cachorros. La ocasional vecina no podía creer lo que observaba, le consternó el alma e inmediatamente se comunicó con voluntarios de Proyecto Cero, dedicados al rescate de animales.

Fueron dos personas a rescatar a esas mascotas, también quedaron petrificados por la crueldad con la que las trataron. Sin embargo, a más de rescatarlos no pudieron hacer mucho, así que pasaron las mascotas a manos de la organización "Alma Propatitas".

Los voluntarios se movilizaron rápidamente con la intención de que la mascota herida reciba atención médica, pero el destino estaba ensañado con ese ser, que sólo Dios sabe cuánto tiempo sufrió al tener la piel abierta. A ese hecho se sumaba que ningún veterinario de la ciudad quería atenderlo, todos se excusaban y afirmaban que se lo lleve para consulta al día siguiente, como contó la presidente de esta entidad, Verónica Ustarez.

Cuando caía la tarde, un poco antes de las 19:00 horas, un veterinario finalmente se brindó en atenderlo, le suturó el cuerito separado del cuerpo, pero todo fue prácticamente inútil, pasaron un par de horas y el pequeño animalito murió después de tanto sufrir.

El resto de sus hermanos no corrieron la misma suerte, la vida se portó más benevolente con ellos y les dio una oportunidad. Se pensó al momento del rescate que por lo menos tenían casi un mes de nacidos, pero no fue así, apenas eran unos cuantos días que llegaron a este mundo a sopesar de inicio, la brutalidad humana.

Los voluntarios les consiguieron una mamá nodriza, de nombre Luli, quien rápidamente los aceptó. Esta perrita de gran corazón, previa a la llegada de estos cuatro canes, ya amamantaba a otros siete, es decir que ahora se hace cargo de 11 en total, no le importa que no hayan nacido de ella, porque la atención que les da, es como si fuesen sus propios hijos.

Aún tienen los ojitos cerrados, su desarrollo está por buen camino. Ahora el trabajo es duro para los voluntarios, quienes deben hacer milagros para alimentar a Luli, quien necesita alimento balanceado y principalmente sopas concentradas para continuar alimentando a su camada de casi una docena de cachorros.

Fuente: LA PATRIA
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