La Virgen del Pilar es la advocación mariana referida a la Virgen María, todavía en vida. Tal como relatan los Hechos de los Apóstoles, la Virgen después de la muerte y resurrección de Jesús permaneció en Jerusalén bajo el cuidado filial del apóstol Juan, hermano del apóstol Santiago el Mayor. Tanto ella como los apóstoles y algunas fieles mujeres esperaban la próxima venida de la Rúaj Santa (Espíritu), prometida por Jesús, para ser enviados a predicar el evangelio desde Jerusalén hasta los confines de la tierra (Hechos 1,1-8).
Otros documentos no tan antiguos relatan cómo Santiago, siguiendo el mandato de Jesús, se embarcó para ir a evangelizar a la lejana Hispania (España) atravesando el Mar Mediterráneo. Allí fue y evangelizó en el puerto marítimo de Cartagena. Luego atravesando Hispania llegó a Galicia en el extremo noroeste donde se encontraba el cabo Finisterre, así llamado porque se pensaba que era el término de la tierra que se creía era plana. Luego Santiago pasó a Asturias y siguiendo el cauce del río Ebro llegó hasta la ciudad de Zaragoza, entonces llamada Cesaraugusta, por haber sido estar fundada por el emperador romano César Augusto.
Otros documentos no tan antiguos relatan cómo Santiago, siguiendo el mandato de Jesús, se embarcó para ir a evangelizar a la lejana Hispania (España) atravesando el Mar Mediterráneo. Allí fue y evangelizó en el puerto marítimo de Cartagena. Luego atravesando Hispania llegó a Galicia en el extremo noroeste donde se encontraba el cabo Finisterre, así llamado porque se pensaba que era el término de la tierra que se creía era plana. Luego Santiago pasó a Asturias y siguiendo el cauce del río Ebro llegó hasta la ciudad de Zaragoza, entonces llamada Cesaraugusta, por haber sido estar fundada por el emperador romano César Augusto.
Allí hacia el año 40 Santiago se encontraba desanimado porque apenas conseguía reclutar a fieles creyentes. Según relatos antiguos oyó voces de ángeles que cantaban el Ave María y vio a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol. Pero allí la Virgen María se mostró a Santiago y a sus acompañantes y les comunicó que no se desanimasen, sino que construyesen allí una iglesia, y les prometió: "Permaneceré en este lugar hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio". Luego la Virgen desapareció, quedando el pilar de jaspe sobre el que estaba. Esta aparición fue excepcional ya que Virgen todavía vivía en Jerusalén. Por eso es más exacto hablar de "bilocación" en Jerusalén y en Zaragoza.
Santiago y sus colaboradores edificaron allí un templo en honor de la Virgen con el nombre "Santa María del Pilar". Fue la primera iglesia dedicada a la Virgen Santísima. Después Santiago regresó a Jerusalén. Allí el rey Herodes Agripa hizo morir por la espada al apóstol Santiago (Hechos 12,2). Los discípulos de Santiago recogieron su cadáver y lo llevaron a al Noroeste de Hispania donde lo sepultaron. Pasados varios siglos de manera milagrosa en aquel lugar surgió una luz y los cristianos recogieron los restos del apóstol, juntamente los de otros mártires y los depositaron en el templo que edificaron. Ese lugar con el nombre de Santiago de Compostela pasó a ser un centro de peregrinaciones cristianas. Después de la ocupación bélica de los musulmanes, el apóstol Santiago se aparecía y defendía a los combatientes cristianos en la Reconquista de España que duró ocho siglos. Roma, Jerusalén y Compostela pasaron a ser los lugares más frecuentados de peregrinaciones católicas.
Al mismo tiempo también creció el culto a la Virgen del Pilar en Zaragoza. El rey Fernando el Católico, casado con la reina Isabel la Católica, primeros reyes de España escribió: "Creemos que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad de Zaragoza hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima, dedicado a la Santa y Purísima Virgen y Madre de Dios, Santa María del Pilar, que resplandece con innumerables y continuos milagros". El 12 de octubre de 1492 las tres carabelas capitaneadas por Cristóbal Colón llegaron a las desconocidas tierras de América, lo que motivó que siglos más tarde se celebrase la fiesta de la Virgen del Pilar como el Día de la Raza.
En 1958 un decreto del Caudillo de España, Francisco Franco, sustituyó esa fiesta por el Día de la Hispanidad, siendo la Virgen del Pilar el símbolo de unión entre los pueblos cristianos de habla española en el viejo y nuevo continente. También el Papa San Juan Pablo II en 1984 reconoció a la Virgen del Pilar como "Patrona de la Hispanidad"
En la actualidad la Basílica del Pilar, en Zaragoza, constituye uno de los santuarios marianos más visitados del mundo. Ante la Virgen han orado gentes de todos los pueblos, desde las más humildes, hasta los reyes y gobernantes más poderosos. El grandioso templo neoclásico que se levanta en el lugar de la aparición, conserva y venera el Pilar o sea la columna de piedra que según la tradición la Virgen dejó como testimonio de su presencia. Todo ello simboliza la solidez de la Iglesia de Jesucristo, unida con el cielo a través de María. Muchos miles de peregrinos se congregan allí para honrar a la Virgen y hacer una gigantesca ofrenda floral a la Virgen para que les ayude a crecer en la fe y en la caridad.
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