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Sábado 05 de octubre de 2019

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Revista Tu Espacio

EST?TICA

¿Piel de terror? En Octubre te damos la solución: Vampire Facial

05 oct 2019

Fuente: Allison Páez Troche - Médico Estético

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El perturbador tratamiento médico estético que utiliza sangre humana, para lucir una piel sana, hidratada, limpia y sin marcas, es el objetivo que busca la medicina estética para sus pacientes con pieles maltratadas o para prevención del envejecimiento acelerado.

Es en este contexto que nacen distintos tratamientos de belleza que persiguen la eficacia en el menor tiempo posible y de todas las formas que estén a su alcance. Encontramos que nuestros propios glóbulos rojos enriquecidos con el ozono, permiten posterior a un tratamiento de plasma rico en plaquetas, ocluir la piel para un mejor resultado.

El Vampire Facial tiene una fórmula además de los glóbulos rojos, cuyo combinado agrega sustancias que estimulan un resultado inmediato. Se dice que es uno los procedimientos estéticos más extraños y nuevos, pero por muy extraño que parezca nosotros lo utilizamos ya hace seis años, complementando y agregando nuevas tecnologías como el ozono.

Consiste en inyectar en la piel del paciente pequeños fragmentos de proteína que se encuentran en las plaquetas, es decir el plasma de la sangre. Estas proteínas son capaces de regenerar y reparar los tejidos, lo que se traduciría en rejuvenecimiento de la piel. Estos microfragmentos proteicos (Factores de Crecimiento Plaquetario) contribuyen a formar el armazón de sostén de la piel: la dermis.

La creación de este tratamiento se da al cuestionar la eficacia de los tratamientos que sólo ´estiran la piel´ y por considerar el aumento de pacientes jóvenes. A pesar que para algunos puede resultar perturbador, chocante o incluso le provoque náuseas, el proceso de este tratamiento médico estético es en realidad bastante sencillo y en condiciones de completa asepsia. El primer paso es extraer sangre del paciente. El médico que realice el tratamiento necesita entre 10 cc y 25 cc de sangre venosa (sugerimos realizar con agujas al vacío y adaptadores luer para no entrar en contacto con la sangre del paciente). La sangre siempre debe ser extraída del paciente que se someterá al ´vampire facial´ y no debe usarse sangre ajena. Este punto es esencial para que el tratamiento sea totalmente seguro y no existan riesgos de alergias, infecciones o rechazos.

Tras la extracción, el doctor agrega el gas ozono, centrifuga la muestra por diez minutos para separar la sangre en dos partes y obtener la proteína. Para lograr la separación, la muestra se mezcla con cloruro cálcico. Es así como la sangre que lucía de un solo tono se separa en dos: uno inferior de color rojo (glóbulos rojos que serán parte de la máscara oclusora) y uno superior color amarillento formado por plaquetas. Es de esta parte de donde se obtienen los fragmentos proteicos.

El plasma se inyecta en la piel del paciente (mesoterapia o subcutáneo). Se usan pequeñas dosis y varias inyecciones simultáneas. Los glóbulos rojos se utilizan para la máscara, la que ocluye o tapa la zona tratada por unos 15 minutos. La sesión completa no dura más de una hora y se debe repetir cuatro veces de forma anual.

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