Minería debería ser prioridad en planes de política electoral

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Por lo que se observa, sucede que la minería ni siquiera se menciona como alternativa de solución a la crisis financiera que confrontará el país cuando baje el potencial del uso de hidrocarburos y principalmente del gas, riqueza no renovable que pierde paulatinamente su potencialidad y consiguientemente su condición de sostenimiento de nuestra economía.

En un análisis realizado recientemente sobre algunas de las propuestas de los nueve candidatos, se observa que justamente el tema de los hidrocarburos es considerado como potencial estratégico en las propuestas, pero sin tomar en cuenta la declinación del sistema productivo en sí y las consecuencias que pueden darse en un determinado tiempo si no se definen estrategias para reemplazar esos ingresos acudiendo al uso de la otra riqueza natural no renovable, como es la minería y cuya futura producción tendría que ser preparada con la urgencia que el caso amerita y que obliga a disponer previsiones prácticas para encaminar seriamente la prospección, exploración y explotación de renovados yacimientos mineros.

Reconocer la realidad

Si se trata de una perspectiva política, adecuada a la realidad, hay que establecer ciertas condiciones que permitan sostener "hasta la última gota" un sistema, pero no esperar tal extremo para recién ocuparse en reemplazarlo con un innovador proyecto del rubro minero, que por sus características tampoco puede disponerse de la noche a la mañana y necesita, como los hidrocarburos y gas, de mucha inversión y un tiempo determinado para entrar en su fase productiva, de ahí que ocuparse del asunto merece una pronta decisión.

Poca visión futurista

Entre los políticos se cruzan comentarios sobre diversos temas, generalmente de orden mediático, soluciones a los problemas del momento, pretendiendo captar la atención de un electorado que quiere atención a sus problemas cotidianos, que por supuesto es una de las características predominantes de los que piden y de los que ofrecen. Sin embargo más allá de la coyuntura electoralista, hay observadores preocupados ante la ausencia en la mayoría de las fórmulas políticas de proyectos de alcance innovador para asegurar el futuro de la economía, que se traduce en fuentes de empleo seguras, rentabilidad de los emprendimientos, garantías de servicios y sobre todo un cuidado sobre los temas de mayor trascendencia social, salud y educación, servicios básicos y condiciones apropiadas para preparar las nuevas generaciones.

El factor negativo de este proceso y por lo mismo la poca viabilidad de aplicar programas de renovación dirigidos a comenzar, avanzar y consolidar una nueva estructura industrial en el país, es el asunto que preocupa al escuchar y observar propuestas "al menudeo", sin que los políticos, salvo algunos con mayor visión de desarrollo, se ocupen de confundir al electorado, que por su parte analizando ciertas propuestas puede cambiar y definir una nueva corriente electoral, si escucha y analiza las condiciones más propicias para asegurar el bienestar de las futuras generaciones.

Algunos de los candidatos que toman en cuenta la minería como parte del más próximo sistema productivo, se refieren a los mega proyectos del litio, en los salares bolivianos y la explotación del hierro en el Mutún. En el primer caso, evidentemente se han hecho inversiones importantes y se mencionan algunos avances, empero alcanzar el objetivo de la industrialización del litio para producir baterías de ese material, es todavía parte de un largo proceso, que merece mucho empeño para competir con los países vecinos y llegar a la instancia de satisfacer parte de la demanda de fabricantes de los nuevos vehículos eléctricos, que dicho sea de paso ya tiene un prototipo fabricado en Bolivia, el Quantum.

Nueva Minería

De lo que se trata en realidad, es despertar el interés de gobernantes para impulsar de manera intensiva la prospección y exploración de nuevos yacimientos mineros, que paulatinamente se conviertan en centros productivos de alta rentabilidad, con centenares de empleos, con retorno de utilidades y beneficios vía impuestos y regalías para los distritos y municipios productores�de eso se trata cuando se menciona la nueva minería.

Este es un tema en el que deben trabajar profesionales experimentados, que puedan comenzar, pero pronto, por actualizar y reglamentar la Ley 535 de Minería, reestructurar la Comibol para que pueda encarar una verdadera política minera nacional y asumir en toda su magnitud la reactivación minera, que implica disponer de presupuestos, captar inversiones, garantizándolas, aplicar incentivos y renovando los yacimientos tradicionales, abrir la nueva estructura minera diversificándola en el occidente y oriente del país, donde los expertos señalan que, "la riqueza está a flor de tierra".

En el tiempo presente, cuando las ofertas políticas ocupan los medios, circulan en las redes sociales y se exponen de persona a persona, hacen falta planteamientos que visualicen el futuro productivo nacional, basado en la todavía guardada riqueza minera y que tiene amplios mercados para extender sus exportaciones, ojala en tiempo breve con valor agregado. Quiérase o no, la minería será sostén de nuestra futura economía.

Agencias. PM.