No hay emergencia y el fuego no cesa

Es realmente dramática la situación que se vive en zonas de la Chiquitanía y también en Villa Tunari, donde no se ha controlado el fuego que sigue convirtiendo en cenizas más hectáreas de los bosques nacionales, sin que el Gobierno disponga la emergencia nacional para encarar con mayor apoyo, soporte financiero y asistencia técnica especializada, los incendios que persisten y ocasionan un lamentable desastre ecológico en vasta región de nuestro territorio.

No hay explicaciones concretas por parte de las autoridades gubernamentales sobre esa "caprichosa posición" de pretender combatir el fuego con las limitadas condiciones técnicas y humanas que tenemos, luego de haber observado que ni siquiera la presencia de los gigantes aviones "aguateros" y del personal solidario de otros países, han logrado apagar los focos que se presentan en una "zona caliente" por la condición natural del fuego y por efectos naturales que allí se presentan, según algunas autoridades.

Un ministro de Estado señaló que se preparaba una respuesta oficial al recurso de inconstitucionalidad presentado ante el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) por un parlamentario opositor, rechazando y exigiendo la anulación de la medida que permite el chaqueo o las quemas controladas, que como se observa en la práctica, han salido de todo control y siguen siendo un latente daño a la zona chiquitana y de Villa Tunari, zona de Cochabamba donde el incendio se considera de magnitud.

Encargados del Centro de Operaciones de Emergencia (Coed), lamentaron que luego de la intensa actividad en los días pasados se logró controlar el fuego, lo que tranquilizaba a la comunidad y las autoridades de la zona, lamentablemente el fin de semana se presentaron 42 nuevos focos de incendio en la Chiquitanía, debido a que "hay personas que siguen chaqueando", sin ningún cuidado y afectando la zona, la propiedad privada y la vida de mucha gente ubicada en el sector.

Se lamenta que pese a la crítica situación, las autoridades de Gobierno no dispongan controles estrictos para frenar la irregular actividad de chaqueos que realizan campesinos migrantes, a los que no se sanciona por el daño irreparable a la zona, en la que se pierden hectáreas de tierra y centenares de animales y se liquida la flora natural de la región. Hay un grave delito por la irresponsable acción de chaqueo, pero el asunto parece no interesar a las autoridades de gobierno, como afirman parlamentarios y dirigentes de la zona afectada.

Mientras se manejan diversas hipótesis sobre las causas que originan nuevos incendios y que se atribuyen al persistente chaqueo realizado irresponsablemente, el Gobierno no ha dado ni un paso atrás para suspender por lo menos temporalmente la vigencia del DS 3973 sobre "quemas controladas" y que en la práctica se han convertido en focos de incendios incontrolables. La ciudadanía expone criterios, exigiendo al Gobierno medidas concretas para apagar definitivamente los incendios.

Fuente: LA PATRIA