Estamos en el mes eleccionario

De aquí adelante, los candidatos, los militantes políticos y los electores irán restando días en el calendario hasta llegar a la fecha del acto democrático para la elección de nuestras autoridades nacionales, agregando a las listas de Presidente y Vicepresidente, a la de candidatos a las cámaras legislativas, los senadores y diputados, que estarán pendientes de la decisión de un electorado que puede tener variables sustanciales, en cuestión de los pocos días que nos separan del 20 de este mes.

Mencionamos el hecho tomando en cuenta que si bien se han difundido varias encuestas con un movimiento de poca variación en los porcentajes para los principales candidatos, también se mantiene aún el alto porcentaje de esos ciudadanos indecisos que aún no han tomado decisión política formal para disponer su voto, se trata de una considerable cantidad de votos que en el último momento puede incidir poderosamente en resultados.

�?sta situación está motivando una serie de acciones político partidarias, obligando a los candidatos a mejorar su oferta electoral. En algunos casos, ya se denunciaron acciones que rondan el prebendalismo y que de programas han pasado a los regalos materiales pretendiendo "cautivar" ciertos núcleos proclives a la recepción no sólo de promesas sino también de efectos tangibles, cuyo valor depende del presupuesto partidario, pero sobre todo de la voluntad del candidato.

Hay una visión considerada errática por los observadores, cuando los políticos insisten en "programas generales" y descuidan las propuestas regionales, más concretamente las departamentales, por lo mismo en la visión del voto distrital esa falta de programas específicos tendrá un peso considerable para "fondear" el voto inútil y buscar una opción más próxima a la necesidad de reivindicar derechos y esperar soluciones.

Hay elementos de mucha importancia que los candidatos no están tomando en cuenta, cuando se trata de proponer soluciones a necesidades regionales específicas, que por supuesto importan bastante a la hora de unir un programa de referencia nacional que por encima de los temas específicos de gobernar el Estado impliquen compromisos serios para diversificar la economía, aprovechar la riqueza natural no renovable, pensar en la industrialización de nuestros bienes primarios y garantizar el desarrollo nacional sostenible.

Las tres semanas que corren hacia adelante, pueden marcar cambios importantes en el comportamiento de los políticos, de modo que sean también mejor definidos los criterios de un electorado, actualmente confuso y cansado de cantaletas sin contenido y por lo mismo carentes de importancia en la línea de renovación de las propuestas, de modo que se escuchen y se vean nuevas opciones más próximas a la realidad y más lejos de la mentira proselitista y soberbia de algunos candidatos.

Estamos en el mes de las grandes decisiones, la responsabilidad de los políticos permitirá motivar la conciencia y consecuencia ciudadana, que a la hora de la verdad significan votos válidos para transformar el país.

Fuente: LA PATRIA