Daniel Álvarez Veizaga es un pianista virtuoso

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Este mes de septiembre del año 2019 la estrella de Orfeo, la musa inspiradora, ilumina hacia Bolivia, viene llena de la magia de la música boliviana. Primero en La Paz, el gran director de orquesta y compositor, el maestro Ramiro Soriano, en calidad de director invitado por la Orquesta Sinfónica Nacional está estrenando la segunda sinfonía de Alberto Villalpando Buitrago y, de su propia cosecha, el Huayño Real.

Y, hoy sábado 28 de septiembre, aquí en Oruro, se presenta la obra del compositor Daniel Álvarez Veizaga, el concierto a cargo de destacados músicos bolivianos, será en el Instituto de Formación Artística "María Luisa Luzio" de la ciudad de Oruro.

Daniel dio sus primeros pasos como músico en las aulas del "María Luisa Luzio" en Oruro, ciudad donde consiguió su bachillerato a la edad de quince años; su habilidad con las matemáticas lo llevó a ganar diversos premios en olimpiadas a nivel nacional y latinoamericano, los orureños le distinguieron nombrándolo "Orgullo Orureño", "Honor al mérito intelectual" y le entregaron la "Medalla de mérito de la niñez y adolescencia".

El año 2018, en un alarde de maestría en técnica composicional y cariño a su Oruro natal, el compositor Daniel Álvarez Veizaga presenta el estreno mundial de su Fuga Orureña para piano, en la cual el sujeto es el estribillo del himno al club de fútbol orureño San José; algún crítico musical escribía respecto a este estreno: "�?una de las más sofisticadas formas musicales europeas - la fuga llevada a su magistralidad por Johann Sebastian Bach - puestas al servicio del folklore y el fútbol orureños�?"

El Ti´w es otra de las composiciones que se interpretará en el concierto de hoy sábado 28 de septiembre, el Ti´w es una obra para flauta, saxofón y piano basada en los ritmos y melodías de la diablada orureña, la que escuchamos y vemos bailar cada año en la entrada folklórica de ese fastuoso, multifacético y colorido carnaval orureño, orgullo de todos los bolivianos.

Además de compositor, Álvarez Veizaga es un pianista virtuoso titulado en la Universidad Argentina de las Artes y cursando su masterado en Hochschule für Musik Karlsruhe, Alemania. El año 2014 la capacidad pianística del virtuoso concertista le hizo ganador en el Concurso Nacional e Internacional de Piano "Festival de Pianistas" en Argentina. Álvarez se distingue por interpretar magistralmente no sólo compositores de épocas pasadas, sino también complejas partituras de compositores contemporáneos.

"En mi casa y entorno en Oruro tuve muy poco contacto con el mundo profesional de la música, por lo tanto, no supe delimitar muy bien esa barrera (ilusoria) entre intérprete y creador, si bien la interpretación también es un acto poético; la improvisación siempre fue algo que me llamó la atención y luego al descubrir mi pasión por el análisis musical de inmediato empecé a componer música. Sobre el análisis musical y esa pasión que despertó en mí, viendo todo en retrospectiva, creo estar muy conciente que fue por una sed genuina ante lo desconocido de las ´reglas musicales de la creación´. Creo que para todo amante de la música, el resultado de una Sinfonía o de una Fuga parece, y hasta cierto punto lo es, un acto de alquimia. Ese vacío de comprensión teórica me llenó de energías para buscar las herramientas en maestros y libros tanto dentro como fuera de Bolivia. Siento que es un buen momento, veo en mis colegas mucha creatividad, potencial y ganas de hacer actividad musical seria. Lastimosamente, creo que el porcentaje de artistas, patrocinadores y amantes de la música es muy pobre con respecto a nuestra población. Yo creo que brindar cierto conocimiento musical y artístico a todos los niños es primordial, no sólo para ganar adeptos musicales sino también por esa trascendencia material y corporal que brinda nuestro arte. Sin embargo, creo que captar el espíritu de nuestro tiempo también es captar la globalización decadente que nos rodea, el velo cuántico que nos permite imaginar que podemos estar en dos lugares al mismo tiempo, que el tiempo (materia prima de la música) no existe y es sólo una ilusión. Desde mi lugar son esas mis preocupaciones y aunque no lo manifieste, siento que se puede ser compositor siendo un bipolar", señala.

Añade: "Siento que es la primera vez donde pude ser yo mismo, dejarme llevar por la parte más oscura y dionisiaca, tal vez por ello necesitaba de un andamiaje tan riguroso (fuga a 4 sujetos). Al mismo tiempo, es el homenaje que rindo a mi hermano menor, fallecido ya hace una década. Toda la obra gira sobre un tema sencillo, una exclamatio, un gran descenso lacrimoso por semitonos y un gesto melancólico y cadencial final. El tema contiene 13 notas, al igual que los números de la obra (Tema + 12 Variaciones) y mientras iba escribiendo los bocetos de las variaciones y la fuga, que las hice de forma más o menos simultánea, empezó a llamarme la atención un grabado de Durero llamado ´Melancolía´, que casualmente está guardado en el museo de la ciudad donde vivo actualmente, Karlsruhe. El tema aparece cada vez, textual pero en contextos diferentes después de cada tres variaciones (a manera de las Promenade en los Cuadros de una exposición de Mussorgsky) y la armonía tiene una ligera similitud con armonías de jazz y blues, creo que es la forma (y creo no tan personal) de sentir la Melancolía. En la segunda mitad del tema aparecen unas cuartas descendentes, gesto melancólico también desde los tiempos de John Dowland, y poco a poco en el transcurso de las Variaciones se fue gestando esta idea de brindar un homenaje a la tumba de mi hermano que solamente me acompañó en la niñez y adolescencia. La relación se remonta a una melodía que mi hermano ´inventó´, entre juegos, a sus 8 o 9 años de edad, dicha melodía extremadamente simple me acompañó musicalmente desde que en un Concierto Sinfónico en el Colón en Buenos Aires muchos años después y estando con amigos de la Universidad, fui a escuchar como muchas otras veces sin saber el programa y mucho menos conocer las obras a interpretar; es ahí en ese estado de novedad absoluta que suena en la orquesta la canción de mi hermano de forma tan clara, bajo el título de ´Variaciones sobre un tema de Thomas Tallis´ de Ralph Vaughan Williams. Es así como decidí en la Variación número XII, incluir la canción de mi hermano a manera de "cita-personal" que tanto parecido guardaba con la segunda parte del tema de mis Variaciones. Más allá de todo este apasionante proceso creativo y una búsqueda en los lugares de mi mente donde jamás había querido llegar, espero que la música y lo que contiene pueda conmover al oyente a esas profundidades. Es uno de los misterios más inquietantes, ese... el de poder conectarse con otro ser (el oyente activo o el intérprete) a través de vibraciones y el silencio. Mientras la música, por lo tanto no supe delimitar muy bien esa barrera (ilusoria) entre intérprete y creador, si bien la interpretación también es un acto poético; la improvisación siempre fue algo que me llamó la atención y luego al descubrir mi pasión por el análisis musical de inmediato empecé a componer música. Sobre el análisis musical y esa pasión que despertó en mí, viendo todo en retrospectiva, creo estar muy consiente que fue por una sed genuina ante lo desconocido de las ´reglas musicales de la creación´".

"Creo que para todo amante de la música, el resultado de una Sinfonía o de una Fuga parece y hasta cierto punto lo es, un acto de alquimia. Ese vacío de comprensión teórica me llenó de energías para buscar las herramientas en maestros y libros tanto dentro como fuera de Bolivia. Siento que es un buen momento, veo en mis colegas mucha creatividad, potencial y ganas de hacer actividad musical seria. Lastimosamente creo que el porcentaje de artistas, patrocinadores y amantes de la música es muy pobre con respecto a nuestra población. Yo creo que brindar cierto conocimiento musical y artístico a todos los niños es primordial, no sólo para ganar adeptos musicales sino también por esa trascendencia material y corporal que brinda nuestro arte. Creo que captar el espíritu de nuestro tiempo también es captar la globalización decadente que nos rodea, el velo cuántico que nos permite imaginar que podemos estar en dos lugares al mismo tiempo, que el tiempo (materia prima de la música) no existe y es sólo una ilusión. Desde mi lugar son esas mis preocupaciones y aunque no lo manifieste, siento que se puede ser compositor siendo un "latinoamericano bipolar", son palabras de Daniel.

Sin duda el horizonte es más amplio para la composición, pero Daniel Álvarez sabe entender y hacer aplaudir estas nuevas obras que hoy serán interpretadas por Grace Rodríguez, Fernando Argollo, Luis Alarcón, Miguel Carpio y Leonel Dagner y alumnos del Instituto Superior de Música María Luisa Luzio. Gracias por el talento a ustedes, El Artista de la Semana.

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