Se complica conflicto médico, se deteriora la salud ciudadana

Caprichos más, esfuerzos menos, parece la configuración de un conflicto que se arrastra por más de dos meses con graves consecuencias para la gran mayoría ciudadana, la que busca atención en los centros médicos públicos o los miles de afiliados al sistema de la seguridad social, en los dos casos con graves riesgos para la salud colectiva, mientras la autoridad de salud y los dirigentes del sector médico persisten en una dura pulseta que complica los servicios médicos, aún se diga que "hay servicios de emergencia" que por supuesto se cumplen en esa dimensión, peligrosa emergencia.

La ciudadanía ya no sabe a quién creer en el problema de Gobierno y médicos, pues las opiniones de ambos bandos pretenden justificar las actitudes de los titulares del manejo administrativo de un rubro de alta prioridad y responsabilidad social, como es la salud.

Una serie de argumentos más caprichosos que reales, descomponen las pocas opciones que se dan para establecer condiciones propicias de diálogo, que sin embargo se interrumpen por reacciones de los protagonistas, el caso de la principal autoridad de salud y/o de los dirigentes del sector médico, que denuncian diariamente, obstrucción de la autoridad, mentiras y manipulaciones políticas que a su vez, son también aprovechadas por las autoridades del ramo, prolongando indefinidamente un proceso de intercambio de ideas y sugerencias para solucionar un problema que no debe agravarse por la tozudez de quienes tienen el bastón de mando en la mano, pero no la suficiente responsabilidad para eliminar controversias de menudo valor, poniendo en riesgo la salud del conglomerado nacional, ahora sujeto a las medidas de emergencia que no son tales a la hora de requerir servicios en los centros de salud.

Día que pasa, el conflicto se complica, ahora son los médicos que aun sabiendo de los problemas que causa un ayuno voluntario, han decidido imitar a otros sectores laborales imponiendo piquetes con huelguistas de hambre, de los cuales por lo menos en La Paz ya han sido dados de baja, por sus colegas que anuncian la masificación de esta medida que puede agravar severamente la vigencia incluso de los servicios de emergencia en los centros médicos públicos y de la seguridad social.

Un nuevo ingrediente está en la mesa de negociación, se trata del rechazo de los médicos a seguir insistiendo en un diálogo que no avanza con la Ministra de Salud, por lo que ahora plantean el reinicio de negociones pero con el Ministro de Gobierno, considerándolo como interlocutor válido para dialogar, proponer y buscar soluciones efectivas a un asunto que ha ido en constante deterioro debido a "incomprensiones" de la autoridad de salud con los dirigentes nacionales del sector médico.

A esta altura del tiempo y cuando el problema amenaza en convertirse en una verdadera epidemia que afectará la salud de la comunidad boliviana, se hace necesaria una decisión superior en el Gobierno para enderezar el rumbo del diálogo y acudir al Ministro de Gobierno, del que se menciona que en otra ocasión logró una satisfactoria solución por la vía del diálogo abierto, sin subterfugios, mentiras, amenazas y caprichosas posiciones sólo de valor partidista, sin tomar en cuenta el grave riesgo en que se debate una mayoría de nuestra comunidad nacional.

La solución tiene que venir a través del diálogo y este proceso no marcha con algunos interlocutores, hay necesidad de cambiar a los protagonistas del más alto nivel para posibilitar arreglos, acuerdos, entendimiento y compromiso de cumplimiento a lo que se pueda acordar de buena fe, para mejorar los servicios de salud en el país, de eso se trata.

Fuente: LA PATRIA