Douglas Zegarra Tapia lleva en sus venas el fútbol

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Cada disciplina deportiva tiene un significado muy distinto para los atletas que la practican, en este caso, si bien el fútbol es considerado como el deporte de multitudes, cada quien lo vive a su modo. En el caso de nuestro deportista de hoy, Ángel Douglas Zegarra Tapia el fútbol está tan arraigado en su ser, que está inserto en sus venas para vivirla con toda pasión.

Sus ojos se abrieron el 15 de agosto de 1995 en la Alta Tierra de los Urus, su formación escolar terminó en el Jorge Oblitas y ahora, está a un paso de culminar su carrera profesional en la Carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad de Aquino Bolivia, cursando el quinto año.

DEPORTIVO

En el plano deportivo, sus primeros pasos los dio a los siete años, mucho tuvieron que ver sus papás Jaime Zegarra y Ruth Tapia, quienes viendo ese amplio espíritu futbolero en Douglas decidieron inscribirle al Club Niño Quirquincho Feliz, pero no solo con el objetivo que se forme como jugador, sino que comprenda una realidad cruda de cómo una persona debe seguir sus sueños, en medio de dificultades y necesidades.

Douglas fue motivado también por su abuelo, Enrique Zegarra Molina (+), quien junto a su papá siempre fueron hinchas de San José de Oruro. Sus tíos indirectamente influenciaron en él para la práctica de este deporte, porque jugaban en los clubes 31 de Octubre e Ingenieros.

"A los siete años me inscribieron a Niño Quirquincho Feliz, era un club de fútbol, principalmente para niños de escasos recursos. Gracias a Dios mis papás siempre me dieron la oportunidad de tener por lo menos unos cachos, pero ahí valoré lo que era la humildad, los valores y ahí me formé bastante como persona. Ahí me daban desayuno escolar, estuve hasta los13 años", señaló al recordar que su primer partido de niño fue contra Bolívar.

Posteriormente, pasó al Club Saavedra del profesor Mario Saavedra, donde conoció a sus compañeros de juego, entre ellos Erwin Saavedra que hoy milita en el Club Bolívar.

Con ese equipo ascendió desde la tercera hasta la primera de ascenso. Luego pasó al Club Sabaya, donde conoció a su nuevo profesor Valentín Zanca.

"Me ha formado bastante en el fútbol. Recuerdo muy bien que debuté cuando jugamos contra 8 de Septiembre, perdíamos 4 a 1 y el profe me hizo ingresar a la cancha, me acuerdo que estaba tan feliz, que fue una de las experiencias más inolvidables de mi vida", contó.

Ese idilio con Sabaya solo duró dos años, debido a problemas internos del Club, luego Douglas pasó a filas de Gualberto Villarroel donde participó una gestión para llegar al Club Rosario Central y finalmente integró las filas del Club Afiz, donde juega en la actualidad.

"Es un equipo humilde, los admiro bastante y los admiro porque creo que es una de las primeras escuelas de fútbol que ha logrado ascender", dijo.

F�?TBOL

Para Douglas el fútbol es su vida, como lo dijimos al principio, lleva este deporte en las venas, porque gracias a esta disciplina deportiva salió adelante en lo personal, pero también logró que se le abran las puertas en todo aspecto, situación que lo motiva a continuar entrenando y demostrar que en Oruro también hay talento.

"Lamentablemente no hay apoyo necesario, como en San José por ejemplo, ya que prefieren contratar extranjeros y no se da la oportunidad a gente orureña, tenemos grandes jugadores no solo en la ciudad, sino también en las provincias", afirmó.

Su rutina de entrenamientos es dura, sin embargo, ya se acostumbró porque se le inculcó la responsabilidad desde niño. Al margen de lo que se hace en su club, Douglas tiene pasión por trotar en las madrugadas.

"Me gusta hacer gimnasio, más por la posición que desempeño en el equipo de volante izquierdo. Me encanta trotar en las madrugadas, debe ser porque el profesor Valentín Zanca nos hizo entrenar durante dos años a las seis de la mañana", indicó.

El orureño llegó a la selección de su departamento, sin embargo, por una decisión, el campeonato nacional que debía desarrollarse en esa oportunidad se suspendió.

FE

Antes de cada partido, Douglas se encomienda al Señor de Lagunas, cuya imagen está en su casa, pide siempre que le vaya bien con un buen rendimiento en el campo de juego.

Entre los sueños que aún están latentes, es jugar en San José. Simultáneamente su deseo es ser un gran profesional.

A lo largo de su carrera deportiva, el momento más inolvidable fue el que vivió hace unos días, cuando lograron el campeonato con Afiz.

"El momento más inolvidable era verlo a mi profesor Ramón Serrano, cuando ganamos a Rosario Central. Fue el partido más difícil en todo el campeonato a pesar que Rosario Central estaba quinto, nos hizo el partido de su vida. El profe Serrano estaba triste y desesperado, pero cuando metimos el gol, fue una satisfacción ver al profe emocionado al punto de querer llorar de la felicidad y al momento de terminar el partido, mis compañeros gritaban, lloraban, el apoyo de los papás, de la gente que estaba ahí, fue el momento inolvidable", manifestó.

Con todas esas vivencias Douglas es un agradecido de la vida, pero ante todo reflexivo porque considera que muchas veces los amigos llevan por un camino que no es correcto, sin embargo, todo depende de uno mismo decidir para seguir sus sueños, trabajar, no rendirse y llegar lo más lejos posible.

Fuente: LA PATRIA