Los clanes del contrabando

Las operaciones que realizan inescrupulosos capitalistas del contrabando, no cesan, disminuyen algunos días, generalmente luego de los operativos que realiza la Aduana Boliviana, conjuntamente efectivos militares, pero se recrudecen posteriormente con un inusitado movimiento de mercadería a bordo de grandes camiones y acoplados que utilizan rutas alternas, para evitar el fuerte control fronterizo en la zona boliviana.

Según las autoridades de la Aduana Nacional y del Comando Estratégico Operacional (CEO) de las FF.AA. la represión al contrabando se complica, debido a una relación ilegal que han establecido los contrabandistas y pobladores de algunas comunidades, donde familias enteras han establecido recintos en los que se deposita mercadería ilegal en tránsito a las ciudades, lo que significa una conexión perjudicial y peligrosa por las connotaciones de complicidad en un delito de alcance internacional.

Hay que recordar que el pasado mes de agosto, contrabandistas y pobladores de la localidad de Pisiga, atacaron directamente una caseta militar y quemaron un vehículo indocumentado, expresando de manera abierta, que se trataba de una advertencia, ante los decomisos que realizaban las patrullas del CEO.

La belicosidad con que actúan en algunas ocasiones los contrabandistas, apoyados por vecinos de poblaciones fronterizas llega a la peligrosa instancia de generar "fuego cruzado" con armas de alto calibre, poniendo en riesgo la seguridad de mucha gente, entre los comprometidos directos con el contrabando, pero también de efectivos militares y aduaneros, añadiéndose en el límite de riesgo a comunarios agricultores o ganaderos del sector altiplánico del distrito orureño.

Una autoridad fiscal a la que encomendó la investigación de rigor sobre la acción irregular de pobladores de Pisiga y de otras próximas a esa zona, permitió establecer la vigencia de clanes familiares de contrabandistas asentados en algunas localidades donde se ha observado la existencia de enormes depósitos, inexpugnables por las condiciones de control que disponen esos grupos que facilitan el tráfico de mercadería dándose modos, hasta con pequeños vehículos para mover el "contrabando hormiga", que igualmente se acumula en casas de vecinos que entregan la mercadería a otros transportistas.

Hay otra corriente muy fuerte de contrabando que proveniente del Perú se interna a nuestro territorio y consiste en el movimiento de grandes camiones que transportan camélidos y ganado vacuno, además de "cargas" de papa que se disponen entre comunarios para su venta en mercados locales, lamentablemente dicen las autoridades nacionales, sin que los contrabandistas, efectúen un registro obligado y tengan a mano los permisos sanitarios de ese masivo contrabando, del que también forman parte los clanes familiares.

Este nuevo componente "social" en el trajín de los contrabandistas, constituye un elemento que si bien no es nuevo, ha tomado mayor cuerpo por la participación de familias de pobladores, organizados en clanes de financiamiento y apoyo al contrabando. Autoridades nacionales establecieron también que "cabecillas" de esos grupos se amparan en territorio chileno, desde donde tienen en movimiento su ilícito negocio del contrabando.

Si bien cada vez se hace más difícil la tarea de combatir el contrabando, se asegura que tanto la Aduana como las patrullas del CEO, fortalecerán su estructura de organización y además tendrán paulatinamente una mejor infraestructura en sus puestos de control, en los que tendrá la dotación general de equipos y movilidades para enfrentar a las organizaciones del contrabando, en una lucha abierta contra esa actividad delincuencial.

Fuente: LA PATRIA