Sudamérica: un mapa político cambiante

La coyuntura política sudamericana no para de modificarse, llevada por las fuerzas sociales en disputa del espacio político en los países de la región. Dos modelos antinómicos con sus expresiones, que tienen como finalidad determinar la legitimidad de todo el andamiaje del estado en favor de sus intereses contrapuestos: qué modelo económico, qué políticas y qué perspectiva histórica van a configurar el cambiante mapa político sudamericano.

Las elecciones primarias (PASO) del 11 de agosto en la Argentina han producido, con su resultado, un fuerte viraje a la izquierda, rompiendo la oleada conservadora en el cono sur sobre la que gobernaba desde 2015 Macri y que había consolidado la elección de Bolsonaro en Brasil a fines del pasado año. Con una importante diferencia en el resultado (49 contra 33 por ciento), más de 4 millones de votos de diferencia, el frente de todos, con Alberto Fernández como candidato a presidente, (ft) kirschnerista y peronista, bajo el liderazgo de Cristina Fernández -ahora candidata a vicepresidente- acaba de vapulear al actual presidente y candidato por juntos por el cambio Mauricio Macri, en la actualidad el referente de la derecha argentina; que había impuesto a rajatabla en estos casi cuatro años, el modelo neoliberal de "ajuste" permanente de hiperendeudamiento y concentración de la riqueza en un núcleo minoritario de la sociedad, poniendo fin a un ciclo de 13 años de mejores indicadores sociales y mejor nivel de vida para la inmensa mayoría en este país, que se había producido con el proceso de desendeudamiento impulsado por los Kirschner desde 2003 hasta 2015.

Con una inflación del 47 por ciento en 2018, una devaluación de 500 por ciento de su moneda frente al dólar desde 2016, más de 20 mil empresas cerradas y más de cuatro millones de nuevos pobres en este rico país, Macri llevó a la Argentina al filo del límite.

Las elecciones de las paso, (primarias abiertas separadas y obligatorias), aunque sean un "ensayo general" tienen una importancia que sobrepasa este hecho porque establecen la tendencia y el curso que seguirán en forma ampliada las elecciones del 27 de octubre. De ahí su importancia estratégica. Por eso el resultado catastrófico para Macri lo deja virtualmente afuera y frenará en seco su proceso regresivo de semicolonización y subordinación de este país a los "diktats" de EEUU y volverá a reconfigurar el mapa político sudamericano, poniendo un atajo a las corrientes de derecha que venían avanzando y cercando al progresismo y populismo de izquierda de las "democracias radicalizadas".

(E.Laclau) en la región.

No es poca cosa lo que acaba de pasar en la vecindad, importa la reposición estratégica de las fuerzas e intereses en juego en la geopolítica mundial y la política internacional, entendida ésta como la continuación de los intereses de los estados hacia la región y de esta hacia afuera. Este reacomodo repercutirá también en todos los organismos de integración creados en las últimas décadas y casi moribundos hoy por la agresiva política internacional norteamericana, que trató de ahogarlos definitivamente con la complicidad de los gobiernos de derecha.Este asedio como política permanente, viene acompañado de "sanciones" y bloqueos. Y se intensificará como lo demuestra el caso de Venezuela que resiste a esos embates con una firmeza de acero.

Insurge nuevamente y con más fuerza un choque de tendencias en la región, habrán nuevos cimbronazos que mantendrán movilizados a los pueblos en defensa de lo logrado. Son los que construyen los caminos de la historia pulverizando dominaciones pretéritas y neocoloniales.

*Abogado, docente de la Facultad de Derecho de la UTO