Jueves 12 de septiembre de 2019
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En la ciudad de Tarija, un policÃa filmó a un alto funcionario del Estado, que estaba dentro de un vehÃculo oficial, para documentar su estado de embriaguez. Pero lo de siempre: cuando se trata de un jerarca que milita en el partido oficial, se busca la manera de aminorar culpas o justificar sus despropósitos; además de procurar desviar la atención buscando quién puede servir como chivo expiatorio. Este es el caso del policÃa que ahora está siendo sometido a un proceso disciplinario. Se arguye que no estarÃa permitido filmar a altos jerarcas del Gobierno.
Aunque ya no deberÃa sorprender este modo de disculpar ofensas a la ley por una supuesta solidaridad partidaria -hay muchos otros casos- éste se basa en una falacia: "El representante de Derechos Humanos de Cochabamba, Edwin Claros, cuestionó esa conducta al calificar que más parece una forma de tapar la irregularidad en la que incurrió el Gobernador y amedrentar a quienes se atrevan a filmar a autoridades en hechos irregulares". "El periodista y abogado Andrés Gómez indica que ninguna norma policial estipula la prohibición de grabar a funcionarios borrachos que hacen mal uso de los bienes públicos.(Â?) "No hay un sólo artÃculo en ese sentido, indica". (Los Tiempos, 07.09.2019).
Que la administración de justicia anda mal, no se cuestiona; pero la injusticia ya ha trascendido a instituciones públicas, en este caso a la que tiene la misión de cuidar la vida, la integridad, el honor y la propiedad de las personas; a la que no le está permitido acciones que dañen ciudadanos ni a uno de sus componentes, para justificar a un jerarca.
Pero hay más: el escandaloso asunto de la embriaguez de un alto funcionario, generalmente es seguida por su destitución, o lo que moralmente corresponde: su renuncia.