Más perros sueltos, más peligro para una ciudadanía indefensa

La información reciente da cuenta de más ataques de perros sueltos, contra una ciudadanía propiamente indefensa ante la proliferación de jaurías de canes sueltos, con o sin dueño que transitan por las calles de la ciudad, desde los barrios periféricos hasta las del mismo centro, por donde circulan ciudadanos de todas las edades, expuestos a la ira de los cuadrúpedos callejeros u otros en estado de descuido o abandono.

En algunos casos dirigentes de juntas vecinales, en otros docentes de centros educativos y también preocupadas madres de familia han expuesto sus reclamos públicos para que las autoridades pertinentes, "acaben con el peligro de los perros callejeros", lamentablemente según las observaciones, en lugar de disminuir la cantidad de estos, aumenta de forma alarmante y en muchos casos por irresponsabilidad directa de "dueños de mascotas" que no se las mantiene al interior de domicilios y se permite su libre y peligroso tránsito aumentando la cantidad de los peligrosos perros vagabundos.

Encargados del Centro Municipal de Zoonosis (Cemzoor) del Servicio Departamental de Salud (Sedes) confirmaron que en un solo día se registraron denuncias sobre cuatro casos de ataques de perros sueltos, contra la humanidad de niños y jóvenes de 7 a 15 años de edad, que fueron atendidos en diferentes centros médicos de la ciudad, casos que por supuesto revisten gravedad y merecen cuidados especiales.

Tiempo atrás nos referimos a este tema de la peligrosa presencia de caninos en calles, plazas y parques de la ciudad, mencionando que una prevalencia de hechos se producían en barrios marginales, mostrando condiciones de inseguridad en los barrios apartados del centro urbano, donde inclusive se disponen de refugios improvisados para las mascotas, pero fuera de los domicilios, lo que no está permitido, debido a que constituye un mayor peligro, cuando el canino defiende "su propiedad" ante el paso de los vecinos.

Actualmente, el problema, si bien no es nuevo, aumentó en cantidad, pues de manera inconcebible, se observan jaurías a escasos metros de la Plaza principal y parques donde los vecinos deben adoptar improvisadas medidas de seguridad, especialmente para defender a niños y personas de la tercera edad, mayormente atacados por "hambrientos y belicosos perros sueltos".

Se trata de insistir en la aplicación de medidas radicales que asuman las autoridades encargadas de este problema, avanzando hacia la erradicación del mal, en cumplimiento de normas vigentes que establecen condiciones extremas, si se trata de perros callejeros y entre estos algunas mascotas en situación de abandono e igualmente peligrosas.

Algunas autoridades denunciaron haber sido objeto de agresiones verbales y de hecho por parte de propietarios de perros, así como también sufrieron amenazas por parte de dirigentes de organismos "defensores del sector animal", lamentablemente en el caso de propietarios irresponsables de mascotas, las medidas son concretas, en la calle son un peligro público y deben ser capturados. En defensa de la fauna perruna, no hay mucho que hablar, pues a más de reclamos especiales, no se sabe de ninguna medida que fuera implementada para bajar el índice de peligrosidad y la cantidad de canes que atacan a las personas y que si se tratara de "·mascotas sueltas", esos propietarios deberían ser sancionados, pero además correr con todos los gastos que implique el daño por mordeduras.

Al no existir seguridades objetivas, las autoridades del Cemzoor deben proceder, sin reclamos ni lamentaciones, a erradicar las jaurías de perros vagabundos en una medida legal, clara, responsable y permanente en defensa de la vida humana, así de serio es el problema y así contundente debe ser su solución efectiva.

Fuente: LA PATRIA