La Universidad Técnica de Oruro y la descendencia de los Luzio

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El año 2018, Guiselle E. Whitwell, tuvo que atravesar miles de kilómetros para llegar a Oruro, lugar de nacimiento de su amada mamá, visitó la academia de música creada por su progenitora María Luisa Luzio, junto a Yolita de Prudencio. Asimismo, dejó como recuerdo un libro que ella escribió, con dedicatoria para la Universidad Técnica de Oruro, con el rótulo "Amado Alonso: Un distinguido filólogo español, su vida, su obra y sus ideas" y una memoria impresa junto a un disco, enviada por su prima Susana Luzio de Picado que radica en la República Argentina, "Los Luzio. El cine en Oruro a principios de siglo", dichos encargos me entregaron después de algunas semanas de su retorno a los Estados Unidos.

Este documento está relacionado a la historia de una familia, los avatares que pasaron para la construcción del Teatro Palais Concert, hoy convertido en una joya arquitectónica, lo menos que pudo hacerse es un tributo. Reconocer ese esfuerzo era vital, las memorias de don Guillermo Luzio, a través de su sobrina Susana.

Se imprimió una edición limitada de 50 ejemplares, con derechos de autora y la benevolencia de la primera autoridad rectoral, Ing. David Emilio Ismael Rojas.

Don Juan Luzio, nació en Tacna (Perú) en 1876, después de la Guerra del Pacífico, llegó a Oruro y contrajo nupcias con la señorita Cristina Lazarte. Después migraron a Chile y a la Argentina para posteriormente asentarse en Oruro. Sus descendientes fueron Luis (+), Guillermo, Carlos, Rodolfo y Hugo (mellizos) y María Luisa.

Lograron ingresar a la magia del cine, siguiendo a los hermanos Lumiere, empezaron a proyectar en "una sala alquilada que llamaron Select Cine, como era novedad, la gente podía ver dos o más veces la misma película".

Después ocurrió el deceso del señor Luzio, a los 48 años de edad en 1924, pasaron tiempos sensibles, luego vendría la horrorosa Guerra del Chaco. La responsabilidad de su esposa Cristina, permitió alcanzar al lugar que llegaron y dejaron, ¡la perseverancia ofrece grandes resultados!

El sentido de trabajo y de servir que dieron a sus vidas, fueron la construcción del edificio Luzio al lado del Teatro Palais Concert, el Cine Imperio que estaba en cimientos, indudablemente invertían en Oruro y su aporte logró extenderse hasta Catavi, Llallagua y Siglo XX, a través del cine mudo con Chaplin, posteriormente se compartió con la música sonora. Esos años eran para generar ventas de todo, en las minas y nuestra amada ciudad.

El Teatro Palais Concert pasó a su vez a otros dueños que lo adquirieron en diferentes épocas. Hoy la Universidad Técnica de Oruro quiere devolverle el esplendor de antes, probablemente las veladas, óperas, las películas y documentales del siglo veinte, no podamos recuperarlas. Ha pasado el tiempo y nuestra querida ciudad está transformada, sin duda su crecimiento se debe a muchos cambios, unos negativos y otros positivos.

Toda la actividad cultural que habían desarrollado los Luzio, fue compartida y ampliada por padres e hijos. Su horizonte de trabajo se había extendido hasta atender el suministro de energía eléctrica a las minas de Potosí, por Hugo, el padre de Susana. Rodolfo, tío, por su innata habilidad en el comercio adquirió la empresa de cinematografía de José Santiz, quien hábilmente había llegado a alquilar varios cines en la sede de gobierno, Cochabamba y Potosí. "La familia se dedicó al negocio cinematográfico. Lamentablemente, Carlos, murió joven por la viruela".

María Luisa Luzio, influenciada por su padre, don Juan Luzio, le dedicó tiempo para desarrollar la música. El piano fue instrumento de su predilección, pasión que llevaba en la sangre, género heredado de su progenitor.

Es un regocijo leer lo que fue Oruro de ayer, cuando la modernidad elevaba la fuerza del trabajo, entonces había diferencia con otras ciudades. El válido argumento de ciudad cosmopolita era involucrar a casi todos los habitantes defensores de este suelo. Susana Luzio, con sutileza nos transporta a la riqueza económica, don Simón I. Patiño, se perfilaba como hombre rico, son descritos los mandatarios desde Ismael Montes Gamboa hasta Bautista Saavedra.

Otro instante de lectura imperdible es cuando menciona don Guillermo: "Mi padre (Juan Luzio) viajó a Buenos Aires con su amigo y empresario, Alfredo Etienne, para comprar una avioneta biplano. La desarmaron y la trajeron en tren hasta la estación de Machacamarca a 25 km. de Oruro. Allí la volvieron a armar y convocaron a Juan Mendoza, que fue uno de los primeros aviadores orureños. Se organizó la realización del vuelo en la pampa del altiplano, cuya planicie no tiene límites. El Jefe de la Estación de Machacamarca avisaría por telégrafo a la oficina del ferrocarril de Oruro la hora de salida de la avioneta. A su vez, dicha oficina enviaría un chasqui a la pampa, que debía dar aviso oficial a las autoridades que ansiosas tomaban parte de los acontecimientos".

Otro capítulo, narra cuando el colombiano Luis Toro Moreno pintaba los seis murales con diferentes "alegorías", en el mural de Edison, "una escena de amor proyectada desde una máquina de la cual cae el celuloide dibujando la palabra Elena", el artista se había enamorado de la bella joven orureña Elena Virreyra, quedando plasmado el amor platónico en la pintura.

Toda la bonanza de ese tiempo, donde los profesionales extranjeros se afincaron en Oruro, para trasladarse a las minas, sin duda fue lo mejor que le pasó a nuestro Oruro, los habitantes disfrutaron de esos años relucientes, del comercio constituido en prestigiosas casas cuyas ofertas eran atraídas a todos los sectores. Hace mención a una tienda de dos socios Galoppo y Ormesano, que "importaban de Italia, mercaderías de primera calidad", no en vano allá por 1905 comenzó a funcionar la Escuela de Minas de la Universidad Autónoma de San Agustín hasta convertirse en Facultad Nacional de Ingeniería, porque precisamente los ingenieros de minas eran requeridos en los centros mineros.

Han pasado cien años, según los datos cronológicos del funcionamiento de este recinto de arte y espectáculo. La Universidad Técnica de Oruro, cuenta con partituras con el sello original del Teatro Palais Concert, podrían haber pertenecido a María Luisa Luzio. Estos documentos musicales volverán al Teatro junto a un piano marca Sailen-Alemana que data de 1890, la generosidad de la familia del profesor Severo Durán Terrazas, permitió que este instrumento musical pase a esta Casa de Estudios, habiéndose gestionado en la actual gestión del Rector Ing. David Emilio Ismael Rojas.

Se pretende contar con pinacotecas para relevar los lienzos con diferentes géneros y motivos de diferentes épocas.

Recientemente han llegado desde La Paz, los descendientes de don Juan Luzio, Ronald Luzio (nieto) su distinguida esposa e hijo Ronald Luzio Mier (bisnieto), con motivo de la entrega de la memoria de Los Luzio, El cine en Oruro a principios de siglo. La autora se comunicó por una videoconferencia, desde la República Argentina, habiendo mostrado admiración por este rico suelo, donde sus ascendientes dejaron un legado cultural como es el Teatro Palais Concert. La familia junto a autoridades universitarias, recorrieron todos los ambientes del Teatro, destacando el proyecto de remodelación que la Universidad se hace responsable.

El enaltecimiento a los Luzio, es por la memoria escrita, la descripción del patrimonio de enorme valía como el Teatro Palais Concert, en realidad es parte de la historia orureña.

Los Luzio de siempre, en días pasados se han asomado a nuestra Alma Mater, para hacernos sentir su afecto sincero y repetir que la Universidad es la Universidad.

Referencias

Los Luzio. El cine en Oruro a principios de siglo. Editorial Universitaria. Oruro 2019.