Breve Bosquejo histórico de la presencia francesa en Bolivia (Siglo XIX)

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Tras la Independencia de Bolivia, el comercio colonial español se desintegró y fue una oportunidad para que diversos mercaderes europeos, especialmente británicos y franceses conquistaran el pequeño mercado de la naciente República. Aunque no se puede contar con una fecha específica ni la cantidad de franceses que llegaron a nuestro país por primera vez, para 1826 un ciudadano francés "descubrió carbón en la Provincia Pacajes" y Monsieur Tardiveau fue contratado por el gobierno boliviano "para que viniese a establecer una fábrica de vidrio en Cochabamba" . Tres años después, se encontraban registrados 8 varones franceses como habitantes en Puerto La Mar (Cobija).

Para dar una idea del favorable tráfico comercial entre Bolivia y Francia, los siguientes barcos franceses frecuentaron el citado puerto boliviano, entre noviembre de 1829 y marzo de 1830: el bergantín ´Correo del Burdeos´; la fragata ´Joven Clemencia´; la fragata ´Constelación´; los bergantines ´Henriette´, ´Josefina´, ´Victorina´ y la fragata ´Nueva Dorodona´, entre otros. Con el correr del tiempo la colonia francesa fue creciendo y se instalaron casas comerciales en el puerto de Cobija pertenecientes a: Marcos Lomet, Marcelo Museat, Pedro Moubert y Marcelo Muscat. Mientras se desarrollaban las relaciones comerciales, paulatinamente se formalizaron las Relaciones Internacionales entre Francia y Bolivia, con la suscripción de los Instrumentos Internacionales: ´Tratado de Amistad, Comercio y Navegación´, en París, el 5 de octubre de 1833 y el segundo ´Tratado de Amistad, Comercio y Navegación´, el 9 de diciembre de 1834, en Chuquisaca.

Fuertemente influenciada por la cultura francesa, la prensa oficial de los gobiernos de Andrés de Santa Cruz y José Ballivián divulgaron noticias informativas sobre la política interna de Francia, datos históricos sobre Napoleón Bonaparte y pasajes de la ´Historia moderna´ escritos por François Guizot. Por otro lado, se incluyó a partir de 1842 la enseñanza de la lengua francesa en el Colegio de Ciencias y en el Colegio Militar del Ejército.

Tras el fracasó en Bolivia del sistema lancasteriano, el francés Pedro Chevalier Vaché estableció un Colegio de ´Educandas´ en la ciudad de La Paz y Cochabamba, a mediados de 1843 . Muchos años después, religiosas francesas fundaron en 1883 en la ciudad de La Paz el Colegio Sagrados Corazones.

No podemos describir la ´Presencia francesa en Bolivia´, sin señalar las principales exploraciones francesas llevadas a cabo en nuestro país. De esta manera, diversos viajeros franceses, es decir artistas, científicos, diplomáticos, exploradores y militares registraron en informes o memorias de viaje e ilustraciones, información científica, geográfica, etnográfica e histórica de nuestro país. En ese sentido, podemos citar a: Alcide d´Orbigny, vizconde Eugène de Sartigues, Léonce Angrand, León Favre Clavairoz, Joseph Aimé Pissis, Paul Marcoy, Max Radiguet, Conde Charles d´Ursel, Francis de la Porte Conde de Castelnau, Hugh Algernon Weddell, Phillip Bertrés, Gilbert Mandon, Miguel Bouché, los hermanos Alfred y Ernest Grandidier, el abate Louis Faure, el cuestionado Charles Weiner, André Bresson, N. Guineau, Jules Crevaux y �mile-Arthur Thouar, entre otros.

En el campo de la arqueología es necesario destacar la figura de Théodore Ber quien realizó excavaciones arqueológicas en Tiawanaku y más adelante otros franceses se interesaron en investigar la grandeza de esta cultura como Jean-François-Albert du Pouget Marqués de Nadaillac (1883), Pablo F. Chalón (1884) y G. de Créqui-Montfort y Sénéchal de La Grange (1903).

Con el objetivo de atraer inmigración francesa figuró entre los primeros proyectos, el Tratado suscrito en marzo de 1843 entre Vicente Pazos Kanki, Cónsul General de la República de Bolivia en Inglaterra y Henri Teranaux-Compans, Jules Lechevalier y Gustave de Lotbiniere ´Directores´ de la ´Compañía de la Guyana Francesa´, que tenía por finalidad la "apertura de comunicación por el río de las Amasonas y el Madera; ofreciendo dicha Compañía el formar una Colonia Franco-Boliviana en la confluencia del Mamoré y Veni en el lugar que suponen estar al Norueste de la laguna de Cuyababas y Oeste del Mamoré". Poco tiempo después, un grupo de firmantes de Cochabamba plantearon la creación de una sociedad denominada ´Sociedad Franco-Boliviana del Mamoré´ con un capital de un millón de pesos, dividido en cien acciones y cada una de diez mil pesos. Es necesario mencionar, que los agentes Carlos Bridoux y José Ugarte, quedaron encargados de invitar a otros socios de otros Departamentos. Asimismo, Bridoux también quedó encargado de invitar a otras sociedades para que se dirijan al Gobierno Boliviano con el fin de alcanzar los mismos privilegios alcanzados por la sociedad francesa.

En el arte militar, es necesario destacar la figura del citado Bertrés, agrimensor de renombre, fue director de la construcción de la actual Catedral Metropolitana de Santa Cruz de la Sierra. Paralelamente, tuvo que paralizar el levantamiento del primer piso y el frontis de la Catedral de La Paz. También construyó el fuerte de Pan de Azúcar situado cerca de Viacha. Adscrito al Ejército de Bolivia como coronel de ingenieros, juntó al arquitecto José Núñez del Prado fundó la Escuela de Arquitectura Civil y Militar dependiente del Colegio de Ciencias, en 1842. Por otro lado, dirigió la denominada ´Mesa Topográfica´ desde 1842 la cual tuvo por objetivos: levantar un plano topográfico de todo el país y recolectar información estadística de los territorios visitados por los ingenieros agregados a la Mesa. En este contexto, como resultado del levantamiento de información Felipe presidió la elaboración del Mapa Corográfico de Bolivia, publicado en 1845. Los esposos Mesa Gisbert le atribuyen también a Bertrés la hermosa portada dórica de Cuartel hoy Mercado Bolívar Central, ubicada en la calle Bolívar, de La Paz. Entre otros militares que prestaron eminentes servicios al país en el siglo XIX, citamos a: Libessart, oficial de la marina francesa; Raulus Bissón, general de división del ejército francés, contratado en 1872 para dirigir la Escuela Militar y el armero José de Gondheret de Bouvillar.

Por otro lado, es necesario mencionar que los franceses fueron los primeros en introducir la publicidad gráfica al promocionar los servicios que ofrecían. Los mismos aparecieron en la prensa local, a partir de 1842, por ejemplo el dentista ´M. Dupuch´ promocionó: "�hallarase en su casa una opiata ó elixir para limpiar los dientes y hacer cesar la fetidez de la boca, muy superior á los preconizados hasta hoy�"

Sin duda, la explotación y exportación de guano de las costas bolivianas impulsaron una fuerte inmigración francesa. De esta manera, Carlos Barroilhet, Juan Gardaux, los hermanos Dominique y Jean Roch (Máximo) Latrille y el barón Henri Guillaume Marie Arnous-Rivière, entre otros, alcanzaron un gran éxito comercial y contribuyeron con el estableciendo de nuevas poblaciones como Tocopilla, San Luciano de Mejillones y Caracoles.

Al contrario de otras comunidades establecidas en América del Sur, como fue en el caso de Buenos Aires donde se fundó en 1832, la Société Philanthropique Française du Rio de la Plata de la que dependió el Hospital Francés fundado en 1845, los primeros médicos franceses que llegaron a nuestro territorio, ejercieron la docencia en Medicina y Cirugía como fue el caso de Juan Marchand.

Durante los gobiernos de José Miguel de Velasco y Manuel Isidoro Belzu, algunos franceses estuvieron involucrados en asuntos políticos ya que "no ocultaban su simpatía por Ballivián y le apoyaban, a menudo, abiertamente", esto generó un momento crítico de la colectividad francesa. A pesar de ello comerciantes como: Hubert, Ducheylard, Sainte-Marie, Jean Millet jugaron un papel importante en la comercialización de productos mineros, financiando grandes y pequeñas minas.

Considerando estos antecedentes, es necesario recalcar la figura del Conde de la Ribette que desempeñó durante muchos años el cargo de Director de la Escuela de Minas. Otro personaje destacado en el campo minero, fue el ingeniero Luis Soux Rive, quien invitado por el empresario Aniceto Arce, llegó a nuestro país en 1883, trabajó en la construcción de obras viales trascendentales como los puentes ´Arce´ y ´Sucre´ y junto a otro francés llamado Pedro Dupleich, fundó en Potosí la firma "Dupleich Soux y Cía., que establece la primera fundación de estaño de alta ley en Bolivia" . Por otro lado, el exportador de pastas de plata Adolfo Durrels, fue quien obsequió al presidente Mariano Melgarejo los célebres caballos ´Holofernes´ y ´Durrelis´.

En el Oriente boliviano las casas comerciales francesas Braillard, Claussen y Cía. y la Sociéte Picollet, alcanzaron gran prominencia con la exportación de caucho. Sin una adecuada segmentación por época u oficio el escritor cruceño Julio Salmon, recopiló los nombres de los franceses que residieron en Santa Cruz: "Gondart, Felipe Michelin, Eduardo de Crep, Amadeo Ferrier, Eugenio Dussaussey, Lambertie, Carlos Chalot,�, Bruneau, Luis Perrogon, Antonio Poillot, Teófilo Vigneaux, Lorenzo Morizet, León Mousnier,�, Conde Blemond, Juan Clouset, Gastón Guilleaux,.., Alfredo Patetin, Luis Descarpontriez, Bossu, Juan Echevére, Roger Courteville, Guido de Chazal, Carlos Charley" .

Con el objetivo de modernizar las estructuras industriales y de comunicaciones, diferentes gobiernos auspiciaron la llegada también de ingenieros y profesionales franceses de diversas especialidades. De esta manera, llegaron y se quedaron a vivir en este país: Jean François Finot, Domingo Costa y León Mousnier, entre otros.

En este breve bosquejo histórico es necesario también citar la figura del maestro tallador francés Eujenio Mulón, considerado por Julio Lucas Jaimes (Brocha Gorda) y Jaime Molins como el autor del mascaron de la Casa Nacional de Moneda de Potosí.

De esta manera, a través de esta nota describimos el aporte de la presencia francesa en el Siglo XIX, que dejó una huella apreciable en Bolivia.