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Domingo 08 de septiembre de 2019

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Cultural El Duende

Julia García Ortega

08 sep 2019

Julia Guadalupe García Ortega. Oruro, 1972. Comunicadora, profesora, escritora y poeta. Tiene publicaciones en suplementos y revistas literarias, infantiles y de especialidad en educación, antropología y comunicación. Se desempeña en el campo del periodismo cultural. Desde 1997 es coordinadora de El Duende y asistente cultural de la Fundación ZOFRO. Por su labor en servicio de la cultura, ha sido distinguida por el Gobierno Municipal de Oruro, la Universidad Técnica de Oruro e Instituciones Culturales del Departamento

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Cómo salvarte sin morir primero

Mueres Tierra, mueres Madre

Tú, tan pura, tan dada de ti

fuiste en su tiempo

novia del infinito,

pero al conocer al Hombre

-al recién llegado-

generosaÂ? abierta

te entregaste fértil

y él, hambriento de tu cuerpo

te poseyó en su primera vez

devoto y niño.

¿Recuerdas cómo añoraba

tenerte Amazonas?

¿Cómo deleitaba su sed

en tus pechos

de nieves eternas?

¿Cómo reverenciaba

tu ferocidad oxigenadora?

Abrazándose

a tu cintura telúrica

de tu esencial clorofila,

se alimentaba.

Levantando sus ramas óseas

contrito te agradecía.

Te obsequiabas virginal,

tú, abertura

él, segregación.

Enamorada de su labia

colmabas su boca

con la miel de tu árbol frutecido

mientras tanto,

lascivo en tu selva

el homo ascendía y descendía

destilándote secretos.

Eras su Diosa

no te atravesaba, iba contigo.

Pero un día,

creyéndose tu dueño

-migaja de vida, imperfecto-

se atrevió a hollarte

con desperdicios,

cortó tus alas,

disparó tu cuerpo

de animal liberto,

cubrió tus raíces con cemento

echó ácido a tu río

explotó tu eco subterráneo

explotó tu eco subterráneo

y para que no loaras la vida

incendió tu savia

dejándote resquebrajada

ahogándote el grito.

Dolorosa, consumida,

preguntabas

por qué el hombre,

tu hijo, tu hermano,

aquel que fuera tu amador,

ahora ingrato, cínico

volcaba contra ti su fastidio.

Hoy agoniza en tu vientre

su infancia

desangrada,

sin movimiento

ex árbol, ex río, ex cielo

ya no ruges tu reproducción

eres su fin profético.

Y el homo,

creyéndose mártir

aún sufre de no tenerlo todo

se justifica a hierro

hiriendo su futuro.

¡Hombre!

¿Por qué has crecido

olvidando tu principio?

¡Ay! ¡Hombre!

Ayer Hombre

hoy plástico.

Oración a la Tierra

Me han dicho

sé buena con la tierra

para que cuando mueras

te vayas al cielo.

Yo no quiero irme al cielo,

tengo vértigo

prefiero el azul único

de mi madre esférica.

Madre que estás en todas partes

santificado sea tu nombre

no hagamos de ti nuestro reino

sino tu voluntad en el agua

como en el suelo

Danos el pan de cada día

si humildes

te ofrendamos nuestro esfuerzo

no perdones nuestras ofensas

si caemos en la tentación

de hacerte daño de nuevo

enséñanos el dolor,

¡ya es tiempo!

El Sol te salve tierra mía

llena eres de vida

el verbo es contigo

bendita tú entre las estrellas

y bendito el fruto

de tu vientre pródigo.

Santa Tierra, Madre de Dios,

redime tus árboles y tus ríos

líbrate de nosotros

antes que te alcance la muerte.

Gloria al tiempo,

al universo

y a tu núcleo magno

ahora y siempre

por los siglos de los siglos

amén.

Para tus amigos: