Lunes 02 de septiembre de 2019
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La quema de totora que se registra a las orillas del lago Uru Uru, en el municipio de El Choro, se considera un tema de nunca acabar, pues todos los años cuando llega la época de invierno, empieza esta actividad realizada por quienes se dedican a la crianza del ganado ovino y bovino, con el fin de acelerar el rebrote de la planta.
La totora (scirpus californicus) es una planta acuática, un tipo de junco, que puede alcanzar una altura de tres y hasta cuatro metros por encima del agua, se desarrolla a orillas de los lagos o ríos.
Los productores de ganado no consideran el daño ambiental que ocasionan y la afección al ecosistema acuático, además, están perdiendo materia prima que puede ser utilizada para diferentes aspectos como ensilaje, artesanías o insumo para papel.
Para los expertos el tema radica en la facilidad que otorga el hecho de quemar la totora, en vez de realizar un manejo adecuado y sostenible de esta especie acuática.
Puesto que una vez que llega el invierno, las totoras se van secando y ya no son apetecibles para el ganado, entonces, desde el mes de junio hasta septiembre los comunarios se dan la tarea de quemar la totora para que rebrote de forma más rápida y así se tenga alimento para los animales.
Fuente: LA PATRIA
