Discriminación un tema preocupante

Entender el tema no está solamente en seguir ciertas corrientes de política barata que pretenden establecer diferencias, entre blancos y negros, hombres y mujeres, torciendo el sentido con marcados intereses, se hacen otras clasificaciones como la de ricos y pobres, la gente de las ciudades y la del campo, peor aún la del oriente y la del occidente y como si fuera poco, actualmente hay una tercera posición, la denominada "clase media emergente", le añaden identificación como "criolla, pero con plata" y que en su acomodo social puede ser parte de una corriente partidaria que ejerce cierto dominio colectivo.

El tema social es realmente complejo en nuestro medio y como lo observan ciertos profesionales analistas, sigue constituyendo un factor determinante en la ubicación de la gente en los diversos contextos que están vigentes, que son parte del diario vivir y cuyas actitudes, por donde se las vea, son elementos que marcan diferencias, lamentablemente profundizando esquemas que debieron ser eliminados en la búsqueda de establecer una sociedad, verdaderamente respetuosa de la condición humana y solidaria con aquellas que todavía necesitan de mayor apoyo para ser parte de una sociedad justa y respetuosa.

En la medida que pasa el tiempo y prevalecen los intereses sectarios, están vigentes esas condiciones de inequidad, de resentimientos obtusos, de miramientos irreflexivos, de clara discriminación social y vigente entre las clases sociales, una parte alentada por la política "dominante" y la otra resistida por la corriente opositora, por lo mismo, aunque se diga lo contrario, el proceso político que rige en el país, es de por si discriminador y causante de muchos enfrentamientos que estarían fuera de contexto, si los derechos sociales fueran iguales para todos los bolivianos.

La situación que se plantea con un proceso electoral en puerta, tiene connotaciones particulares, por una parte la propaganda que utilizando medios y recursos del Estado, disponen los candidatos oficiales, mientras los que se alinean en la oposición tienen menos posibilidades de encarar sus campañas políticas y por lo mismo están en desigualdad de condiciones, un proceso que en el contexto actual, es discriminatorio, pero admitido sin objeción dadas las reglas de juego vigentes que dicho sea de paso, tampoco son respetuosas de los derechos ciudadanos, por tanto la discriminación aumenta.

Lo que pasa en nuestro país, como en algunos otros de condiciones eventualmente parecidas, es una muestra de que aún no hemos logrado avanzar en el objetivo de unirnos como ciudadanos de una Nación, con muchas preocupaciones pero al mismo tiempo con muchas voluntades para solucionar los problemas más serios y pasar de manera ordenada, solidaria y coordinada a resolver todo ese conjunto de factores adversos que muy bien podrían ser eliminados, con la propia voluntad de una sociedad que trabaje unida para mejorar su condición de bienestar comunitario.

El problema es que prima la cuestión política y prevalece la acción partidaria, en la que juegan papel preponderante los líderes que piensan más en las posiciones de privilegio que otorga la administración del Estado, y que pueden disminuir si se eluden ciertas ventajas que tendrían que ampliarse para compensar un trabajo gubernamental coordinado y gratificar a todo un equipo de servicio por el país.

Estamos ante otro desafío democrático, ya que en menos de dos meses estaremos ante las urnas, ojala fuese para unirnos a través del voto y no separar más a nuestra sociedad.

Fuente: LA PATRIA