Loading...
Invitado


Sábado 31 de agosto de 2019

Portada Principal
Revista Tu Espacio

EL ARTISTA DE LA SEMANA

La voz virtuosa del contratenor boliviano Rodrigo Alcoreza

31 ago 2019

Por: Lic. Vannia Isabel Miranda Pinaya - Exclusivo para Tu espacio

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

La lírica superó hace mucho tiempo el ser solamente una expresión virtuosa vocal, el intérprete de la lírica es actor-cantante, es decir, que tiene un conocimiento teórico profundo de las artes escénicas y de su cuerpo. Es que el cantante lírico canta con el cuerpo, se junta el trabajo espacial, corporal, la interpretación, la representación, la gestualidad. Así es Rodrigo Fernando Alcoreza Portillo, contratenor boliviano, virtuoso y único en su género, docente en el Conservatorio Internacional de Música en Sucre, maestro en el Colegio "Simón Rodríguez", Director Ensemble Vocal de la Casa de la Libertad, productor junto a Novis Arts de Conciertos Sinfónico-Corales, asimismo del ciclo de conciertos de Sucre Clásico con invitados del interior y exterior, co-organizador musical del Festival Internacional de Música de La Plata.

"A mis 17 años sentí la facilidad por este tipo de música, mi mamá era amiga de Susana Valda, contralto boliviana, con producciones ligada a grandes artistas como Plácido Domingo, aprovechamos la amistad con mi familia y tomé clases con ella, entonces de a poco comencé a imbuirme en este mundo tan fascinante y en especial del barroco que para mí es una burbuja perfecta con varios detalles, encontré lo que quería ser, incluso vocalmente como contratenor. La orientación vocal-musical respecto a la época y al estilo que uno quiere interpretar se relacionan con la personalidad, el registro de contratenor como voz dúctil y ágil trabajan la ornamentación, es muy detallista y yo me considero como ser humano muy detallista más que todo en lo que se refiere a arte y música", nos dice Rodrigo Alcoreza.

"A mis 17 años sentí la facilidad por este tipo de música, mi mamá era amiga de Susana Valda, contralto boliviana, con producciones ligada a grandes artistas como Plácido Domingo, aprovechamos la amistad con mi familia y tomé clases con ella, entonces de a poco comencé a imbuirme en este mundo tan fascinante y en especial del barroco que para mí es una burbuja perfecta con varios detalles, encontré lo que quería ser, incluso vocalmente como contratenor. La orientación vocal-musical respecto a la época y al estilo que uno quiere interpretar se relacionan con la personalidad, el registro de contratenor como voz dúctil y ágil trabajan la ornamentación, es muy detallista y yo me considero como ser humano muy detallista más que todo en lo que se refiere a arte y música", nos dice Rodrigo Alcoreza.

La voz cantada está controlada a nivel del sistema nervioso por una zona más cortical y consciente que la voz hablada, únicamente el profesional de la voz se fija en cómo se dicen las cosas y no sólo en lo que se está diciendo. En Bolivia se conocen de pocos contratenores y entre esos pocos están algunos de formación empírica, pero en este registro Rodrigo Alcoreza es el único contratenor boliviano con formación académica nombrado así en el libro de María Teresa Rivera-Stahlie, investigadora cultural.

"El registro de contratenor en Latinoamérica es relativamente nuevo a partir de los 80 y 90, me ha costado abrirme campo y eso se debe a que este registro es especial de la música antigua, vale decir el Renacimiento, clasicismo y romanticismo, entonces el uso efectivo de esta voz sólo abarca una época y se torna limitativo y las sinfónicas y filarmónicas bolivianas abarcan del romanticismo en adelante, pese a ser un país de gran herencia en música colonial, no nos dedicamos a la música antigua. La voz es como cualquier músculo, hay que trabajarla, ponerla en práctica, en registro amplio, con cuerdas vocales flexibles y tono vocal interesante, se debe hacer ejercicios vocales y técnica constantes, ejercicios de respiración, entrenamiento cardiovascular que es excelente para la capacidad pulmonar, cuidar nuestro instrumento vocal, porque la vida útil de la voz depende de estos cuidados y técnicas. Mi perspectiva ha cambiado y la vida me va poniendo otros rumbos, tengo un gusto por la dirección coral y enseñanza aparte de ser cantante, y en mis metas quiero tener un elenco que pueda ser referente y exponente de la música académica boliviana a nivel internacional, eso como formador, y como cantante, ir donde pueda, cantar donde me requieran, donde la vida me lleve y supeditado a las oportunidades que pueda tener", añade.

Sucre le abrió las puertas al cantar el Stabat Mater de Pergolesi hace algunos años, la biblioteca nacional y el archivo musical han sido las joyas que le invitaron a promover la interpretación de estas partituras, reunió un grupo de personas para la realización de una obra vocal y así Sucre lo adoptó, con la finalidad de sembrar cantantes vocales para la difusión de las partituras del archivo de La Plata.

"Pienso que se debería impartir la música clásica en la educación y formación social, no cambiar ni imponer en la enseñanza, sino adherir de alguna manera la música clásica lo que sucedería que los estudiantes puedan enamorarse de este género, instruirlos en el contexto histórico, ambientarlos y pueda ser convincente para ellos mismos, situación que es la labor más difícil para un educador, hacer que se enamoren de la materia que se imparte. Creo que todo lo que se refiere a música tiene su razón de ser, la libertad es saber elegir. Cuando se tiene formación artística y también se forma al público se tiene una calidad de artistas. Se puede amalgamar impartiendo una educación óptima sin divorciarse del sistema educativo boliviano, ligando interpretación, historia, apreciación, realidad social, teoría musical y ubicarlos en una sociedad culta. Mi estilo de formación se intercala de una manera didáctica y hacerles apreciar una ópera cada bimestre, a los pequeños óperas ligeras como Mozart, El Empresario, Bastian y Bastiana, y a las más grandes óperas serias como "Elixir de amor", se los motiva y se logra integrarlos a los diferentes elencos musicales de la ciudad", palabras de Rodrigo que quizás no nos descubra el sentido de la vida, pero seguramente no los podemos replantear.

El Teatro Municipal de La Paz, el Teatro Mariscal, el Palacio Portales en Bolivia, La Catedral de Santa María del Mar en Barcelona están en la mente y el corazón del contratenor boliviano Rodrigo Alcoreza.

A la espera de protagonizar una ópera en Paraguay en los siguientes meses, el intérprete de "El barbero de Sevilla" de Rossini, "La Corte del Faraón", "Dixit Dominus" de Händel, "La pasión de Moxos", "Mascherata", "Stabat Mater" de Vivaldi, "Stabat Mater" de Pergolesi, "II Tempo dei Castrati" se destaca entre los músicos bolivianos por ser apasionado en su totalidad, perseverante, estricto, con una formación profesional exigente, con el concepto de mantener la excelencia, dedicado a su pequeña hija Victoria, a la que él llama "mi musa inspiradora, mi amor más perfecto y el motivo de mi vida"; con proyectos en puerta, producir no sólo como medio de ingreso económico sino como satisfacción personal, además de ser excelente en la cocina. Hoy Rodrigo Alcoreza es El Artista de la Semana.

Contacta a Vannia Miranda

Cel. 72479819

vannibel1980@gmail.com

Para tus amigos: