El asunto no es simple referencia pues los hechos deberÃan ser signos de alerta en todas las naciones. Según la OMS entre el 1ro de enero de este año y el 31 de julio pasado, 182 paÃses han notificado sobre la atención de 364.808 casos de la enfermedad tratados en diferentes instancias. El reporte de la región europea, señala que en los seis primeros meses del año, 90 mil casos fueron atendidos, lo que supera el Ãndice del año anterior cuando se registraron algo más de 84 mil casos, cifras por supuesto alarmantes, considerando el daño que ocasiona el mal, generalmente por falta de oportuna vacunación.
La organización internacional de salud, advierte que el número real de casos de sarampión es considerablemente mayor a los reportados sólo por los sistemas oficiales de vigilancia y no directamente en las fuentes de salud pública que observaron con alarma la presencia de muchos casos del mal, algunos con tratamientos de emergencia.
La organización internacional de salud, advierte que el número real de casos de sarampión es considerablemente mayor a los reportados sólo por los sistemas oficiales de vigilancia y no directamente en las fuentes de salud pública que observaron con alarma la presencia de muchos casos del mal, algunos con tratamientos de emergencia.
El hecho es que en los primeros seis meses del año presente, los casos de sarampión reportados son los más altos del último tiempo, por lo menos desde 2006 cuando se desató una desastrosa epidemia. Según los encargados del seguimiento de estas enfermedades en la OMS, la situación del tiempo presente es alarmante debido al aumento continuo de la carga global de casos en diversos paÃses del mundo. Las autoridades señalan claramente que "los brotes más grandes se producen en paÃses con baja cobertura de vacunación o en otros donde no se han cumplido programas de reforzamiento preventivo con más dosis de la vacuna contra el sarampión.
Una explicación busca definir las causas de ciertas desigualdades en la cobertura de la vacuna y las brechas y disparidades entre las comunidades de áreas de difÃcil acceso en algunos casos o simplemente en sociedades en las que se suponÃa haber desterrado el mal, lo que no sucede pues, se trata de una enfermedad cuya espiral de acción aún no ha podido ser extirpada y su control depende de las campañas de vacunación.
Los expertos salubristas exponen criterios, señalando que hay muchas razones por las cuáles las personas no se vacunan en algunas comunidades y en paÃses en los que predominan condiciones sociales que dificultan la prestación de servicios públicos de salud y la recepción regular de vacunas, como las que exige la prevención del sarampión. La OMS recuerda a gobernantes en el mundo, la obligación que tienen de controlar el ciclo de vacunaciones y cubrir de manera oportuna los programas de prevención.
Ã?ltimos informes de la OMS y de UNICEF, de fines de julio pasado, señalan que un alto porcentaje de niños en varios paÃses (86%) habrÃan recibido una primera dosis de vacuna y que la segunda deberÃa estar en proceso de cumplimiento, advirtiendo en niveles de salud pública que el sarampión puede ser controlado con la doble vacunación, eliminando el riesgo de expansión de un mal que aún no ha sido extirpado del amplio conglomerado social.
En el caso de nuestro paÃs, las autoridades de salud no han hecho referencia concreta a una campaña de vacunación contra el sarampión, por lo que asumiendo la recomendación de la OMS, no deben esperarse casos, lo ideal es vacunar en periodos de "salud estable de la colectividad". Esta tarea preventiva es alta responsabilidad de las autoridades de salud en el paÃs.
Fuente: LA PATRIA
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